Un premio mejor que un lacasito.
Siempre que me porto bien, mi Amo me da un lacasito como premio. Esa noche, conseguí algo mejor.
Mi Amo se había ido de fiesta con sus amigos, por lo que me quedé como buena perra, en la puerta, esperando a que volviera. Me había dejado varios juguetes en el suelo por lo que estuve un rato mordiendo una pelota de goma y jugando con una cuerda. Cerca de las 2 de la mañana sonó mi móvil con el tono de un mensaje Suyo. “Vete a dormir, perra. Un salivazo.”. Imaginé que sería porque había ligado, o quizá porque no quería que me quedara despierta toda la noche. Fuera como fuere, así lo hice.
En el cuar...