Un fantástico menage a trois
Por fin Javier va a tener su premio. Un trío explosivo que os va a poner a cien. Yo he tenido que parar cada veinte líneas... ya os imagináis para qué.
Javier salió algo tambaleante del camarote de Esther. De hecho, las piernas le temblaban aún. Nunca pudo imaginar que resultara tan placentero el lance. Salió a respirar a cubierta antes de retirarse a su propio camarote y se llevó la sorpresa de encontrarse a Ricardo fumando un cigarrillo bajo las estrellas.
¡Ricardo! ¿No tienes sueño?
No, la verdad es que no - respondió en voz queda el profesor - Estaba dando vueltas en el camastro y he salido a echar un pitillo. ¿Quieres?
No, gracia...