Princesa (4)

Llega la Semana Santa y mi Princesa tiene planes...

Semana 12.

El fin de semana de encierro fue durísimo.

Por la molestia que supone tener tu sexualidad cohibida, asfixiada dentro de un traje de neopreno varias tallas más pequeñas de lo que tu cuerpo necesita. Así me sentía. Estrangulado. Además de preocupado por las consecuencias higiénicas colaterales. Leí en el prospecto que el material era resistente al agua y a cualquier líquido o fluido, obvio teniendo en cuenta donde realizaba su función, pero no las tenía todas conmigo. Así que me esmeré...

La sumisión de Rocío (IV)

Lo peor está por llegar para esta hembra que se resistía a someterse. Y puede que también para su macho... Recomiendo leer los tres primeros.

Rocío, al día siguiente, apenas podía sentarse. Caminaba todo lo digna que podía, y lograba disimular bastante bien, pero a la hora de sentarse era evidente que tenía el culo completamente roto. Tratar de mostrarme conciliador, tras lo de la noche anterior, sería inútil; por lo que me mostré firme desde primera hora de la mañana. Le dije a Rocío qué ropa ponerse -un top que sus tetazas rebentaban y un pantalón negro elástico, imitación de cuero, que le marcaba que daba gusto-, y después la mandé a la farmac...

Por meterte donde no te llemaban

Relato tomado de la red y adaptado. Una madura y atractiva vecina me da mi merecido.

La jornada laboral había sido demasiado estresante, demasiado cargada, y lo único que deseaba era llegar a casa para tomarme una cerveza fresquita sentado en mi sofá viendo la tele para por fin deshacerme del cabreo que llevaba en el cuerpo. Ya en el coche de camino a casa me tuve que tragar un atasco impresionante, no veía la hora de llegar. Por fin aparque el coche y me dirigí hacia el portal con la boca seca pensando en esa cerveza que debía estar esperándome fría en la nevera. Había unos chicos jugando...

De cómo María Jesús y yo fuimos destruidos

Cuando un hombre debe dinero a la gente equivocada, lo más habitual es que se lo hagan pagar con su hombría.

María Jesús, o mejor dicho Chus, como todo el mundo la llama, no era ni siquiera mi pareja formal. Ella se había divorciado recientemente, y aunque habíamos quedado unas cuantas veces, no puedo decir que fuese mi pareja y menos aún mi mujer. ¿Pero acaso le importaba eso a ellos? ¿No son siempre las mujeres quienes sufren las peores consecuencias cuando los hombres se quieren hacer verdadero daño entre sí? Someter a tu mujer es el modo más cruel de someterte a ti, y también el más humillante. Pero volvamos a...

El cuadro. 2ª parte

Historia donde se mezcla disciplina, azotes y el texto oculto de un cuadro muy especial

El cuadro. 2ª parte

El sitio tiene un encanto que no estoy acostumbrada a ver en la ciudad y que me hace sentir muy a gusto, como si estuviera en casa.

La decoración no es recargada, ni parece que haya sido realizada con un fin decorativo, no es artificial, sino que se ha ido configurando a lo largo de los años basándose en la utilidad y comodidad. Bueno, esa es la sensación que me da.

No voy a mentir, aún estoy nerviosa. Le acabo de enviar a mi amiga la ubicación del lugar donde estoy. T...

Día de ordeñar

Como se ha portado muy bien, hoy es el día de ordeñar a mi esclavo relato femdom)

Le he pedido a mi esclavo que cuente aquí las rutinas que tengo con él, para poder humillarle más y que todo el mundo vea lo que se excita cuando está a mis órdenes y le domino. Si no os gusta lo que escribe, tendrá un castigo, así que vosotros decidís.

Aquí os dejo su relato:

Por fin es domingo y mi ama me ha prometido darme hoy el premio que llevo esperando toda la semana.

Llevo ansioso viendo cómo pasan los días y mi pene no para de llorar.

Ella no ha dejado que me corra y me ha p...

Laura, la de las tetas gordas (V): el mamporrero 1

Para el segundo día en casa de Laura me esperan nuevas humillaciones, entre ellas la de ser su mamporrero. Ella manda.

Mamporrero: "Dícese de la persona que guía el miembro del caballo en el acto de cubrir a la yegua".

Eso es lo que dicen los diccionarios, y en base a ello, podría decirse que he sido el mamporrero de la Laura. Iré al meollo: después de una noche en que me regaló dos pajas pero no pude catar sus tetas ni su coño (recordemos que hasta ahora Laura me ha vedado su coño y su ojete, y no se prodiga en dejarme gozar de sus tetas), amanezco en su piso, donde me quedaba todavía una jornada antes de volverme a...

La Puta y el Cornudo IV

A las 20.00 en punto llamaron a la puerta. Fui a abrir y alli estaban los 2

A las 20.00 en punto llamaron a la puerta. Fui a abrir y alli estaban los 2, el cornudo vestido igual que en el trabajo y la puta con un vestidito de verano con falda muy corta. Estaba impresionante. Salude al cornudo y a la puta de di 2 besos. Cuando fueron a entrar, pare al cornudo y le dije

  • Tu espera ahí fuera.

Eso le descoloco, pero bajo la cabeza y se fue a sentar en la escalera en el rellano de mi casa. Maria paso dentro y yo fui hasta el salón. Ella vino detrás miá sin hablar, cosa que...

La sumisión de Rocío (II)

Una rubia despampanante se encuentra en mi poder para no perder su empleo en esta cuarentena. Recomiendo leer la primera parte para comprender en profundidad el contexto de los personajes de este relato.

Los siguientes dos días fueron muy difíciles. Por un lado, me agobiaba el lío en que estaba metido. Obviamente Rocío me mataría si supiese que realmente estaba sin empleo. Y ciertamente era inadmisible lo que había hecho, usando su boca, sus tetas y su coño para mi satisfacción a cambio de una promesa en falso. Pero, por otra parte, cada hora que pasaba me iba obsesionando más la idea de volver a poseer a Rocío. Yo nunca he tenido demasiadas relaciones y, cuando así ha sido, desde lugo no eran hembras de es...

La sumisión de Rocío (III)

Rocío, hembra de primera, continúa emputeciéndose para salvar su empleo y mantener a su hijo. Recomiendo leer los dos anteriores para comprender el carácter de Rocío y el avance de la trama.

Aquella noche, la primera desde que Rocío se mudase a mi casa en esta cuarentena, me prometí no forzar la máquina. Durante el día, tras lo ocurrido a la hora de comer, ella había estado sumamente fría y distante, y yo, de habitual tímido, me había sentido cohibido. Por la noche, después de una larga tarde de trabajo en el ordenador (currando en la contabilidad de una empresa que no existe), le dije a Rocío que bajase a cenar a solas con su hijo, pues quería regalarle un poco de intimidad. Así lo hizo, y aun...