El club XVI - El torneo P1
Primera parte del torneo de puercas más esperado.
Y llegó el gran día. El antiguo Castillo de B., en una localidad de las afueras de la urbe, albergaba la gran cita. El lujo del entorno era únicamente equiparable al morbo de lo que estábamos a punto de vivir allí dentro. Yo, en bóxer, tirantes y pajarita, con la inútil de Lupe de un brazo y la podenca de mi rubia del otro, recorría extasiado los pasillos, camino de la ceremonia inaugural.
Tras una hora y media de presentación, exposición de normativas y discursos interminables a cargo de los siete al...