El botón se hundió a la presión de su dedo y un disco se iluminó alrededor del círculo metálico. El ascensor era muy moderno y la sacudida al comenzar su ascensión no la notaron sus tobillos ni sus piernas.

La Señora cerró los ojos. Había sido un día interminable de reuniones, charlas, proyectos, contratos... sonrió ante la perspectiva de un agradable baño de sales. Se inclinó y aprovechó para descalzarse allí mismo. Los zapatos oscuros de medio tacón eran muy cómodos, pero no había nada comparab...

HISTORIA DE UNA ESCLAVITUD (2)

Después del episodio del polígono industrial, mi esclava Sara y yo nos dirigimos a casa en coche. La había recogido apenas una hora antes en el aeropuerto y de momento había cumplido su promesa de ser mi esclava. Después del episodio del polígono parecía que ella también estaba más relajada, menos tensa, incluso podía advertir rasgo de alegría en su hermoso rostro. De camino a casa no cruzamos palabra. Sara se limitaba a mirarme y a sonreír tímidamente quizás porqu...

II

Cuando mi Sumisa se ha dormido me quedo ahí quieto, sintiendo su cuerpo contra el mío. Es una sensación muy agradable. No puedo dormir así que decido levantarme y salir al balcón. Mi cuerpo desnudo es acariciado por el aire de la noche. Mi cabeza recuerda los momentos que hemos vivido hace apenas unos instantes. La noche ha empezado muy bien y así debe seguir.

Vuelvo al cuarto, y me quedo apoyado en la puerta mirando como duerme. Parece un ángel. No puedo apartar la mirada de ella, puede...

HISTORIA DE UNA ESCLAVITUD (1)

Antes que nada debo aclarar que la esclavitud, como tal, siempre me ha parecido un concepto que repugnante. Estoy absolutamente convencido de que nadie tiene derecho a imponer su voluntad y hacer de la vida de otra persona su forma de supervivencia. También me repugna la violencia y no obstante ciertas prácticas de dominación las contemplan. ¿Existe una esclavitud consentida? Quizás. Cuando ejercemos nuestro poder contra la voluntad de alguien es cuando el acto se...

Os recuerdo que en el anterior relato yo pude dominar a una chica de Madrid de 22 años que fue humillada durante un fin de semana entero en Zaragoza.

Ahora me tocaría a mí ser su esclavo durante su fin de semana en Madrid. Tal y como acordamos por el Messenger. Yo estaba realmente acogonado ya que creo que me pase metiéndola desnuda en el vestuario de los compañeros del equipo de fútbol al que pertenezco, y obligándola a chapársela a todos después del ultimo partido de liga.

Por fin el lun...

• Hola perrita, estoy deseando verte-

• Yo también amo-

• Te espero en mi casa a las 10, no llegues tarde. Las bolas chinas deben de estar en tu coñito, y nada de ropa interior.-

-Si amo.-

Colgué. Estoy seguro de que ha notado el nerviosismo en mi voz. Decido seguir colocando las velas por todo el cuarto, algo que por los relatos que nos hemos mandado por e-mail, se ha convertido en mi sello. Treinta velas forman un camino desde la puerta hasta el salón, formando un círculo al f...

Mafer tenia 22 hasta que estuvo conmigo, ella es pequeña, delgada, con sus tetas no muy grandes pero ricas, formadas con unos pezones menudos y ricos de morder.. tiene un culo ahi, perfecto, para lo que sirve, entenderan.. lo particular de ella es que tiene una carita con unos ojos preciosos, mirada penetrante y mas que nada parece un angel, una niña, una bebita.. que placer con todo lo que hice con su cara.. Todo comenzo cuando al tiempo de ser novios viviamos separados, yo en un pais y ella en otro...

Carta a mi esclava

Lo primero que debes hacer para leer estas lineas es ponerte unas pinzas en los pezones

Después te bajaras las bragas para que tu chocho sienta el asiento, si llevas pantalones tendras que darte seis azotes en el culo por llevar ropa no autorizada.

Ahora quiero que saltes y veas las pinzas moverse, siente el dolor que te lleva al paraíso del placer, si tienes las tetas tan pequeñas que las pinzas apenas botan tendras castigo extra pues a tu amo no le gustan las tet...

La Apuesta 2

Carolina aun no sabia que hacer, ya sabía por experiencia que nunca podrá soltarse, nunca de sus ataduras metálicas, y de los objetos que la invadían en el culo, boca y vagina. Ya que su mayor problema era que la cajita en donde se encontraba el censor que activaría la alarma, estaba a punto de abrirse.

Ella aullaba con todas sus fuerzas para saber si alguien la escuchaba, pero la bola de goma se lo impedía, y solamente se escucharon toda una serie de mmmmmmmphs.

Carolin...

Soy tu puta. Soy tu puta. Soy tu puta… esas palabras no dejaban de repetirse en mi cabeza, resonando como un eco en unas montañas, cada vez más fuerte… Había perdido totalmente la capacidad de reacción, y en lo único que podía pensar era en esas tres palabras… soy su puta

Tenía miedo y empecé a temblar… ¿y ahora que? Que conllevaba el hecho de ser su puta… ¿echarme un polvo de vez en cuando? No, eso lo podría haber conseguido de otro modo… Esto era algo más

Tus palabras me despertaron de mi...