Deseos

Despertar los deseos de la sumisa y hacerle sentir el rigor.

Estabamos acercándonos a casa sin darte tiempo  a reaccionar, te pongo la mano en una pierna, y subiéndola despacio hasta llegar a tu rajita, te meto los dedos dentro.

Sin dejar de sonreír, te digo "cuando lleguemos a casa, me apetece descansar en el sofá y relajarme, te meterás en el cuarto, y te vestirás como a mi me gusta, y una vez vestida, me servirás preparándome la cena, y en todo lo que me apetezca, ¿de acuerdo?" A ti se te acelera el corazón de golpe, y a la vez notas como los dedos de...

Castigando a una esclava (2)

Aunque no se lo mereciera, cumpliría su promesa y seguiría castigándola...

Para y por Escorpio62001...

Ella estaba tumbada en la cama bocabajo, apoyada sobre los codos y fumando un cigarrillo.

Él no había olvidado su promesa de ponerle unas pinzas de ropa en los pezones para sustituir la percha que le había quitado antes y tampoco le había quitado el plug.

Se había sentado al lado de ella, con la pala de ping pong en la mano y mientras hablaban de cosas triviales, él de vez en cuando dejaba caer un par de azotes con esa pala sobre sus nalgas para recordarle...

Yolanda

Aunque algo tarde, he capturado a Yolanda, que es la mujer con el físico y la diferenciación mental necesarios para ser una perfecta sumisa colectiva.

Aunque algo tarde, he capturado a Yolanda, que es la mujer con el físico y la diferenciación mental necesarios para ser una perfecta sumisa colectiva.

  • Alicia, quiero presentarla antes de un mes.

  • Está un poco verde aún, Rober.

  • Por eso te llamo. Le ordenaré que pida una semana de permiso sin sueldo en su empresa y me la preparas.

  • Joder, Rober. Para ella sigues siendo su novio.

  • No creo. Ya solo me llama por mi nombre una de cada diez veces. Normalmente me llama Señor...

Abre los ojos, Manoli

Manuela, una joven y rica heredera, descubre qué es lo que realmente le atrae: ser dominada y convertirse en la criada fiel de unos desconocidos, y en su propia casa.

“Huye de las tentaciones... despacio, para que puedan alcanzarte.”

¿Sólo un sueño?

Manoli vivía en una casa lujosa, producto de la herencia familiar que sus padres fallecidos le dejaron como única hija testamentaria. Su situación económica no era muy diferente a la del resto de sus vecinos, acomodada en una urbanización de reconocida alcurnia en las afueras de Bilbao.

Desde la trágica muerte de sus progenitores, Manoli se había dado a la bebida, intentando superar así la pena que...

Blanca Rosa, la matrona voluptuosa (03)

La espectacular sesentona lleva sus rotundas carnes a un gimnasio, donde le da una demostración de masaje con su culo al encargado. Luego a al cine y seduce a su compañera de butaca.

Blanca Rosa, la matrona voluptuosa 03

Por Mujer Dominante 4

Mujerdominante4@hotmail.com

Esa mañana Blanca Rosa dejó a su marido planchado en la cama, con una abundante mancha de semen en el pantalón pijama, y la cara pringosa de jugos vaginales y pendejos repartidos por aquí y por allí. Te ahorraré los detalles de cómo habían llegado hasta aquí, pero te diré que para los sesenta y tres años del marido sería difícil concebir una mejor vida...

La experiencia de mi sumisa

Su tarea es traer colgando un cascabel en su húmeda rajita y ella esta muy excitada.

No fué fácil hacerme a la idea de que mi Amo me estaba pidiendo empezar a exhibirme en público, sin embargo mi deseo inmenso de obedecerle y agradarle es mas fuerte que el sentimiento de humillacion que me producia aquello de llevar una campanita atada a una cuerda que sería mi unica ropa interior, y hacerla sonar en público me cohibia tanto, sin embargo convencida de que este es el camino elegido y confiando plenamente en lo que mi Amo me ordena, finalmente me decidí y esto fué lo que paso.

Era...

El juego de los 2 sexos

Atado y con los ojos vendados, me exitó terriblemente no saber si quienes me tocaban eran realmente mujeres o había hombres también.

Mi nombre es Sebastián y tengo 25 años. Vivo en Córdoba, Argentina, y trabajo en una oficina. Ese sábado tuve que ir a la mañana porque tenía que entregar un informe a primera hora del lunes. Me tomó poco tiempo, y a eso de las 11 ya había terminado, así que me puse a navegar por internet a ver fotos de bondage, ya que me encanta el sado como fantasía, pero nunca la había llevado a cabo.

Mientras veía unas fotos buenísimas, de repente m jefa estaba parada atrás mío: había pasado a buscar unas co...

De empleada a sumisa

Una chica muy curiosa acaba pagando su curiosidad y termina a los pies de un compañero.

DE EMPLEADA A SUMISA

Maite era una chica que trabajaba en una oficina como las que pueblan todas las ciudades de España llena de trabajadores, cada uno con su mesa, su ordenador y sus cosas. Esos días iban a cambiarle la vida y de pasar de ser una chica normalita aunque un poco lanzadilla cuando se acostaba con algún hombre a ser la más viciosa y sumisa de la empresa.

Como muchas mujeres había leído algún libro sobre dominación o visto alguna película y se había excitado pero nunca habí...

Castigando a una esclava

Cuando una esclava es rebelde e insolente el Amo tiene dos opciones, desesperarse y huir o castigarla... A fin de cuentas, el castigo es un juego más...

Para y por Escorpio 62001...

De nuevo volvían a verse...

Siempre la habitación de un hotel diferente, siempre algún juego distinto, siempre fantasías ideadas entre los dos...

Sabían para que estaban allí ese día. Su objetivo en esa ocasión era el castigo...

Cuando una esclava es rebelde, altiva, orgullosa, respondona, vacilona, insolente, desobediente... su Amo tiene dos opciones, desesperarse y huir o castigarla y enseñarla a obedecer.

A fin de cuentas, no era más que otro...

Una fiesta de pijamas muy especial

Mi nombre es Rubén, y paso a relatarles la fiesta que mi exnovia, preparó a mi actual novia. Relato de dominación con estudiantes de 18 años y un final inesperado.

Título: Una fiesta de pijamas muy especial

“Porque hay cosas, que no se descubren hasta el final…”

Leopold von Sacher-Masoch

Cuando la conocí, supe que ni su dulce mirada, ni sus carnosos a la vez que narcotizantes labios rojos, iban a poder borrar el pasado de mi mente. Yo tenía tan solo 16 años, pero ya sabía lo que era el amor y el sufrimiento

Era un libro sobrecogedor. Las páginas, llenas de obscenas ilustraciones, se recreaban en mi mente una y otra vez, pensaba que no era ...