Diarios de doña Clarita (06
Donde se pone a prueba la autoridad y se descubre que, en muy buena medida, depende del reconocimiento.
“La sumisión de Sabina, si bien en un principio me había parecido un logro, con el paso de los días se me fue haciendo aburrida. Su comportamiento impecable, siempre bien dispuesta a satisfacer mis necesidades, educada y amable, la habían privado del encanto. Era como si, resuelta aquella antipatía mutua, sin motivos para castigarla, hubiera desaparecido de mi vida una parte que, si bien antes no había valorado, entonces añoraba.
La clave para la solución me vino del recuerdo de las palabras que, días...