Despues de la oficina

Cuando llego a casa, no hay nada mejor que una buena ducha...

Son las diez de la noche, estoy agotada. Los días de invierno en la oficina son cansinos. Por fin se acaba este maldito lunes, tengo que dejar la bebida, el tabaco y los hombres, ya no estoy para estos trotes. El fin de semana ha desordenado mi vida, yo solo quería tomarme unas copas con Marcos y no acabar el domingo a las 4 de la mañana intentando colocarme por enésima vez el tanga, dios mío debo de tenerlo escocido.

El piso está hecho una pocilga, colillas por todos lados, copas vacías, ropa i...

De regreso a casa

Un día como otros, el deseo acumulado, ganas de sentir... bajo el calor del agua...

De regreso a casa

Como todas las tardes, Susana, terminaba su jornada laboral, tomó el coche del garaje y escuchando música se dirigió hacia casa, la música la envolvía, el mar la rodeaba en su camino de vuelta y ella sentía como poco a poco la soledad justa y necesaria llegaba a su lado, a veces no le era desconocida e incluso a veces le agradaba su compañía, con ella podía jugar, hablar, reír, gozar, podía expresar todo lo que sentía y dolía, podía soñar.

Como todos los días el coche hací...

Placer solitario genuino

Como una gordita puede lograr que uno le dedique unos cuantos orgasmos...

Hola soy Diego y mando un saludo a todas las gorditas lindas.

Miercoles 26 de octubre.

Un día aparentemente normal. Salgo de mi casa y de dirijo hacia la universidad. Tardo aproximadamente 45 minutos en llegar. Voy a la clase de Sistemas, entro al aula y me siento en mi puesto correspondiente. A mi lado se sienta una chica. Ella tiene el cabello negro, y su cara es muy linda, aunque ella es algo gordita. Como sea, no presto mucha atención al asunto. La clase termina y salgo del aula, luego...

Ange

Mi Tia Angelina me había atraido desde mi adolecencia, y tiempo despues, unos dias de estrecha convivencia entre los dos me permitieron cumplir mi fantasia de poseerla y convertirme en su amante.

He escuchado decir que en materia de preferencias e inclinaciones sexuales no existen reglas establecidas, y que por tanto los matices personales deben respetarse y aceptarse en tanto no representen alguna situación en detrimento de la integridad física o emocional de los involucrados; así que desde que en mi adolescencia me di cuenta de la enorme atracción que las mujeres mayores ejercían en mi, y de que esas mujeres eran casi siempre parientes bastante cercanas, con rapidez fui haciendo a un lado la...

Maria Elena

Una habitación, una cama, unos pensamientos y mi amor en ellos figura, me regocijo, me entusiasmo, me gusta... Feliz cumple Maria Elena.

Son las diez de la noche, el sol hace tiempo que se oculto, dejo paso a una esplendida luna llena de belleza, sensualidad, mi mente subyace en un tumulto de indecisiones, pensamientos que a veces nos hace extremar nuestros sentimientos, confundirlos, adorar lo que es por lo que es.

Ahora estoy en mi ordenador, mirando las fotografías de mi amor, María Elena, sencillamente divago en mis pensamientos, en cada una de las texturas de su cara, sus ojos, profundos y penetrantes, su boca sensual, ardie...

La ropa interior de mi padre

Siento el aroma de la ropa interior de mi padre, descubro ese olor de pija y culo, haciendo que mi vagina...

La ropa interior de mi padre

Por Mariana de Caballito

Yo tendría en esa época alrededor de 15 años, sin ninguna experiencia sexual oficial, salvo los toqueteos y abusos de mi padre que ya contaré algún día. Pero mi deseo e instinto era como animal, salvaje, puramente instinto sin pensamientos morales, porque a esa edad no sabía que lo que ocurriría, era vedado, prohibido, tabú, desconocido para esta sociedad de miedos y prohibiciones.

Una mañana de sábado, mis hermanos fueron a jugar...

Trilogía + un extra de una Masturbación

Si eres un fiel lector de mi obra, sabrás que este relato no es nuevo. Siguiendo el consejo de Moonligt, he agrupado los cuatro capítulos y también he modificado un poco el texto. Espero que te guste y en caso afirmativo te invito a que me escribas. Muchas gracias por todo.

TRILOGÍA + un extra DE UNA MASTURBACIÓN. (Restaurado)

Cuando desconecté el ordenador, estuve un ratito pensando en tí...Eres un hombre muy atractivo; me gustas mucho porque además de guapo eres inteligente, muy cariñoso, gentil y contigo me río un montón.

Me encanta masturbarme imaginando que eres tú quien me dá ese placer.

Cuando fui al baño sentía mi coñito estallar de ganas; estaba –y ahora mismo vuelvo a estar igual- muy excitada. Encendí la luz, cerré la puerta con cerrojo...

Masturbándome frente a mi profesora

Por cacharme con las manos en la verga, mi profesora me impone un placentero castigo.

Me paré enfrente del grupo y, orgulloso del tamaño que a mis catorce años ya tenía, les mostré mi verga sin pudor alguno. Era una costumbre a la que recurría cuando algún profesor no era puntual, una costumbre para matar el tiempo y el aburrimiento. Me divertía escuchar los insultos de las chicas, según ellas indignadas por mis actos, pero sin quitarme la vista de encima, al igual que uno que otro de mis compañeros, disimulando esas ganas de correr a mamármela con sonrisas nerviosas.

Caminaba de...

Aburrido en casa...!!!

Mientras me masturbo, alguien me encuentra haciendolo.

Mi primo Miguel, cinco años mayor que yo me enseño lo que debo saber sobre las pajas, como hacerlas, como debes de disfrutarlas y fue el quien me enseño por primera vez una "play boy" y una película porno. Eso fue a los 13 años.

Ahora puedo agradecerle por ser el quien me enseño a hacerlo, diez años después de periodos de abstinencia sexual, recurro a una buena masturbada, puñeta, pajaeada, o manuelazo, como le dicen en mi tierra.

Cierto día decidí hacer algo novedoso con respecto a las pa...

James Dean

Dicen que James Dean era muy aficionado a masturbarse. ¿Quizás tanto como yo?

A raíz del cincuenta aniversario de la muerte de James Dean, he leído por ahí que la estrella era un onanista compulsivo. No sé si es cierto, pero me he puesto muy cachonda al imaginar a Jimmy tocando la zambomba como un desesperado. Y sólo de imaginarlo ya he tenido que actuar en consecuencia, haciendo lo que me corresponde a mí, esto es, una sesión de dedos.

Me he ido desnudando poco a poco, dejando mi ropa cuidadosamente doblada en el respaldo de la silla hasta que me he quedado sólo con mis...