La golfilla de mi cuñada (6): El coche.
Por fin tenemos la oportunidad de hacer un pequeño viaje solos. El viaje en coche se nos desmadra bastante, por culpa del morbo que tenemos los dos.
Los días siguientes pasaron en una vorágine de relaciones entre mi cuñada y yo cada vez que mi mujer se daba la vuelta. Incluso cuando ella estaba presente, pero de espaldas, no podía resistir la tentación de meterle mano a mi cuñada cuando mi esposa no miraba. Seguimos teniendo sexo cada vez que nos quedábamos solos y fue un milagro que en esos días mi mujer no nos sorprendiera. Esto se debió más a una gran suerte que a nuestra prudencia, que fue muy poca.
Al cabo de unos días, mi cuñada tenía que ir...