Un hogar alterado III
Las cosas se empiezan a volver mas vertiginosas
Pasaron unos días más sin muchas novedades y una noche en que yo creía que todos estaban acostados y me levanto para ir a la cocina. Yo tenía puesto un camisón muy fino por las rodillas y sin corpiño debajo. Cuando estoy entrando en la cocina a oscuras me encuentro con Hernán abriendo la heladera sacando una botella para tomar agua. Mi hijo, como era su costumbre, estaba con un bóxer de algodón súper ajustado que le marcaba todo su paquete. Yo me acerqué despacio por la penumbra a donde se encontraba él y...