La noche de halloween
¡Quítasela de una vez, cabrón! Marta reprendió a su hija. -No le digas eso a tu padre. ¡Calla y goza, puta! La bruja es la que manda y os llama lo que le sale del coño
Esmeralda era una jovencita muy guapa (a la imaginación del lector dejo el físico de los personajes del ralato) y tan, tan cariñosa, que a veces se hacía empalagosa. La noche de Halloween estaba mirando la tele sentada en el sofá de tres plazas de la sala en medio de su padre, Celso y de su madre, Marta, que dormía, y le dijo al padre:
-¿Truco o trato?
-No tengo que darte, cariño.
Esmeralda le dio un beso con lengua que dejó a su padre temblando y sin aliento.
Luego, mirando para su...