Mi hijo, mi cuidador 2
Al día siguiente
A la mañana siguiente me desperté angustiada. Entre el calor que hacía en Málaga en esa época y el calor que me daban los vendajes estaba empapada en sudor. Llamé a David para que me ayudara a cambiarme de camiseta.
Mi pequeño apareció al instante. Me dijo que llevaba despierto un rato y había estado limpiando un poco el salón. Le dije que me ayudara a cambiarme la camiseta que la tenía mojada de sudor. Me fue enseñando camisetas del armario y le pedí una blanca de tirantes. David me sacó la camiseta...