Mi querida madre 2

Sigue la aventura entre mi madre y yo

Me desperté temprano, mi madre seguía acurrucada junto a mí tumbada sobre un lateral, desnuda, con sus tetas descansando una sobre la otra. Abrió los ojos y me miró

-Buenos días mamá-le dije

-No-dijo ella

Se miró y vio que estaba desnuda, negó con la cabeza y se levantó de la cama cogiendo su camisón

-¿Qué pasa mamá?-pregunté yo

-Que esto no está bien, no debimos haberlo hecho-respondió ella

-¿Por qué?-pregunté yo, mi fantasía se iba a la mierda

-Pues porque somos m...

Kataisa

Una mujer se encuentra desesperada ante la marcha de su esposo de viaje, que dura más de lo previsto. La estancia se dilató tanto, que no pudo evitar el cortejo de su joven cuñado, quien terminó seduciéndola y haciéndola suya. O fue ella, la que lo sedujo. Para descubrirlo tendrán que leerlo.

  • KATAISA

Mi nombre es Kataisa, y por aquel entonces tenía 34 años. Trabajaba en una empresa como administrativa, y me encontraba casada con Mikel, un chico con el que había contraído matrimonio hacia una década. El, en aquel entonces era autónomo con muy buena situación económica, lo que nos suponía gozar de una situación bastante tranquila económicamente hablando.

Mi esposo siempre ha tenido una gran dependencia de su madre, hasta el punto de que siempre hace todo lo que ella le indica, la...

Reencuentro en la boda

Ricardo va a la boda de su prima Paula. el hombre no lo pasa muy bien en ella hasta que no tarda en cruzarse con alguien que no veía en bastante tiempo: su hermana Sofía.

Acababa de llegar y ya deseaba irse. Vio toda la aglomeración de gente delante y su único deseo era salir de allí por patas. Había muchas personas a las que no conocía de nada. Otras, en cambio, si le resultaban reconocibles, pues eran su familia y con quienes menos deseaba hablar. Sin embargo, Ricardo no tenía otra alternativa. Ya estaba aquí, así que sacó todo el valor que pudo y se dirigió hacia ellos.

Nada más presentarse, varios se volvieron y lo saludaron con efusividad; tíos, tías, primos y pri...

Una noche sin censura PARTE 1

Un buen relato de gran extensión para que podais disfrutar de una amena lectura durante esta cuarentena.

Hoy me quedaba en mi camita bien a gusto… Es un fastidio el tener que madrugar solamente para abrirle la puerta a un desconocido que tiene que venir a ponerme un limitador eléctrico. Estoy en un piso de alquiler nuevo y, por eso, he tenido que andar con papeleos para dar de alta la electricidad y el agua. El hombre de la compañía de agua ya vino y no me enteré porque no le hizo falta s

ubir a mi casa, ya que lo hizo todo desde el cuarto de contadores. Miro mi reloj que tanto me gusta (comprado en IKEA p...

ALETEO DE MARIPOSA 2: Los colmillos de la tigresa

El caos que Vanesa lleva consigo afecta poco a poco a Aarón y su entorno. Por no hablar de la fijación por la madre del chico y su absoluta determinación en estrechar lazos con ella.

CAPÍTULO DOS

LOS COLMILLOS DE LA TIGRESA

1

Saúl Vidal, más conocido como Saúl Torres, con veintisiete novelas a sus espaldas, sin contar un par de antologías de relatos cortos, estaba sentado delante del portátil. El Word estaba abierto, la página en blanco le esperaba, el cursor parpadeaba, paciente. Debía de ser muy paciente, porque llevaba parpadeando sin moverse del sitio desde hacía más de una hora. Una hora durante la cual Saúl había fumado dos cigarros, preparado café, re...

El Hombre de la Casa 4

Luisa tiene muchas dudas existenciales sobre el rumbo que está tomando la relación con su hijo Roberto. Por suerte, ahí está Isabel, su hermana, para echar una mano en el asunto.

LAS DUDAS DE LUISA

-¡Robe! -dijo mi madre metiendo la cabeza

a

mi habitación.- Tus hermanas se han ido

a

pasar la tarde

a

la playa. Hoy es martes, no creas que no me olvido,

a

sí que... ¿Qué tal si

a

provechamos

a

hora?

Yo solo me mordí el labio

a

sintiendo. Bendecí

a

el dí

a

en que el destino nos hiciera llegar

a

hacer

a

quel pacto. Solo era cada tres dí

a

s pero los momentos vividos con mi madre eran los mejores de mi...

Tarde familiar de parchís. (II)

Prosigue la partida- Madres e hijos ven aumentar su excitación mientras los avatares del juego van dejando al descubierto sus cuerpos.

La partida se había iniciado casi con inocencia, como un divertimento más con un puntito picante, bien es verdad, pero sin que a nadie, y especialmente a mi madre o mi tía, les pareciera que podía convertirse en algo que se fuera a desmadrar demasiado, pero a medida que avanzaba, esa posibilidad se iba haciendo más evidente. Lo mejor de todo es que la evolución de aquella partida de parchís no parecía incomodar a ninguno de los jugadores.

Recapitulemos: las primeras jugadas habían tenido como consecue...

María . Una rara historia de azotes (3)

Placer familiar sin salir de casa.

A los pocos días del fogosísimo encuentro entre Rosasrio y María en casa de la primera, María abordó a Susana cuando ambas iban de vuelta a casa.

-¿Se puede saber que te pasa?¿ Hasta cuando piensas estar así?

-No me pasa nada María, lo que me pasa es que siento vergüenza por lo que viste el otro día en mi casa, no puedo evitarlo, ni siquiera te puedo mirar a la cara, se me cae la cara de vergüenza.

María se sorprendió al oir la cofesión de su amiga, la pobre encima de las palizas que le pe...

Mis primas de la capital (30) Editado y corregido.

La reprimenda que esperábamos no llegó por parte de Ana, al contrario mi tía supo compensarnos por el fin de semana frustrado, en Milán junto a Ana y Emi aprendí mucho, sobre todo el don de lenguas y al fin pensamos en el fututo de ambos.

Todos teníamos ilusión ante el viaje menos mis primas, mi tía hizo lo que pudo para compensarlas. Emi demostró lo que valía y entre todos finalizó lo mejor posible. Las puertas de nuestras habitaciones se abrieron casi al unísono, cuando nos juntamos en el rellano de mis primas nos mirábamos con expectación y bajamos lentamente, Ana desde la cocina se percató de nuestra presencia y nos dijo…

¿Habéis recogido la manta que os he puesto en el sofá?

Se nos cayó el alma a los pies, nadie quería ir po...

En la Fiesta

Luego del encuentro entre la madre y el hijo, algo se encendió...

Ella sabía que no era del todo correcto lo que hacía pero allí estaba con sus dedos metidos en el coño masturbándose con mucha fuerza. ¿El objeto de su deseo? Su hijo Alejandro ¿Desde cuando pasaba esto? Desde el momento en que se encontraron aquella noche, el sexo tan increíble que había tenido con su pequeño, aunque sabía que estaba prohibido no podía ir en contra de su cuerpo y su deseo por su amado bebo. Sus pezones estaban muy erizados y su coño estaba tan húmedo que destilaba su esencia por sus pierna...