Cosas de aldea
Viviendo la vida loca a mi tía la follé y me corrí en su culo y en su boca y mi prima, en un desliz, me llevó a la huerta de maíz.
En las aldeas gallegas durante los años sesenta, había mucha necesidad. En mi aldea, algunas mujeres iban a la ribera a coger berberechos, almejas, caramujos, y mejillones para vender y para comer, otras trabajaban en las huertas de sol a sol, para plantar patatas, guisantes, maíz, trigo... Lo que tocase en cada temporada, esto junto a los cerdos, gallinas, conejos, ovejas, cabras, quien tenía la suerte de tenerlas, les daba de comer, ya que los sueldos que ganaban los maridos e hijos no daban para nada. Po...