La fotografía de mi cuñada III
Le toca el turno a mi suegra. Y con ella disfruto tanto como con la hija.
Habían pasado varios días, mí cuñada una vez conseguido lo que quería se olvidó de mi, volvía a ser mí cuñada. Eso me vino bien, porque ya no se fijaba en mí, ahora la que lo hacía era mí suegra, aunque ella era más recatada, no se acercaba, pero me dejaba que la viera cuando se cambiaba de ropa, y cuando se levantaba por las mañanas en camisón, aunque fuera disimuladamente me dejaba que tocara esas tetas gigantes que tenía. Mí suegra es una mujer de 70 años, pero nadie diría que los tiene. Tienes sus arrug...