Incestos con la tía abuela, la tía y la prima
Despacito, métela despacito que esa cosa es muy grande.
La vieja Agustina.
Se llamaba Agustina y era la tía abuela de un amigo mío. Vivía en una casa en medio del monte, era delgada, baja de estatura, tenía muchos años, no estaba arrugada, y su cabello blanco lo llevaba recogido en un moño.
Paso a contar la historia cómo Lucho me la contó y cómo si yo fuera él.
Un día le fui a cortar leña. A la hora de la merienda, sentados a la mesa de la cocina, con un trozo de pan de maíz, un trozo de queso, una botella de vino tinto y un vaso delante, me pr...