Ansias de yegua . La tía Rosita 3
Rosa se entrega cada vez más a la lujuria de su marido y su cuñado, sintiéndose mas hembra.
Ansias de yegua. Tía Rosita 3
ROSA.
La mano de Rosa buscó el calor de la entrepierna, estaba caliente y sola en la cama. Rafael había vuelto a Buenos Aires y ella se había quedado en la costa con las niñas. En los cuatro días con su marido en casa, cogieron mañana y noche, ella se entregó buscando su placer y el de su esposo, sobre todo después de la aventura con su cuñado. No sabía cómo ni por qué, pero la relación con Pedro, le había hecho actuar como una puta, dando todo tipo de goce a su mar...