He tenido un sueño húmedo contigo, papá.
Le pellizcó los pezones, luego la cogió por los pelos, tiró hacia atrás y le dio a mazo.
Espagueti con pepinos, calabaza y olivas, eso se estaban comiendo Eugenio, su esposa Clara y su hija Dulce. Era el primer día que comía juntos desde que regresara de la cabaña. Clara le dijo a su sirvienta Matilde, una mexicana de veintiocho años, rellenita, con buenas tetas y buen culo que estaba reponiendo servilletas en la mesa:
-Cada día te superas cocinando, Matilde.
-Gracias, señora, pero a mí esta comida...
-¿Qué le pasa a la comida?
-¿Puedo hablar con franqueza?
-Claro,...