La humillación de Ligia (X)

Alfredo deja a Ligia a cargo de la criada, que aprovechará para vengarse de todo el abuso que Ligia cometió sobre ella.

La sirvienta

Me despertó el sonido del teléfono.

-¿Diga?, dije medio adormilada.

-¿Ligia? ¿Dónde coño estás? ¡Ya van dos días que tengo que llamarte!

Mierdamierdamierda mi jefe.

-Lo...lo siento, Don Victor, es que sigo enferma...

-Si ayer pudiste venir a trabajar, también puedes venir hoy, te quiero aquí en menos de una hora.

-Sí, Don Victor.

Maldito cabrón, ¿es que no le he dicho ya que estoy enferma? No sé de que te quejas Ligia, al fin y al cabo tú eres...

La humillación de Ligia (IX)

Segunda noche con Ligia, y segundo sueño, que continúa la fantasía de microfilia del primer sueño.

Segunda noche

Me obligó mentalmente a recoger la mesa. Yo estaba físicamente destrozada, no sólo por el cansancio extremo que acumulaba, sino por los tremendos azotes que me había dado mi hermana, que me habían dejado sin fuerzas en las piernas. Estar de pie se me hacía un suplicio, no digamos andar cargando con la bandeja de la cena.

-Muy bien, esclava, mañana lo fregarás, ahora andando arriba.

Igual que anoche, tuve que subir las escaleras a cuatro patas, porque mis piernas por sí so...

La humillación de Ligia (VIII)

Este capítulo tiene un poco de spanking. Me gustaría que si os gusta el relato me dejarais algún comentario. Eso motiva mucho para seguir escribiendo ¡Gracias!

Cenando los tres

Preparé la cena lo más deprisa que pude para no dejar a mi hermana sola demasiado tiempo con aquel monstruo (miAmomiAmomiAmo). Cuando volví con la bandeja, mi hermana le estaba masturbando lentamente mientras él cambiaba cadenas en la televisión. Lloraba de impotencia y no pude hacer nada para consolarla. Dejé la bandeja en la mesa.

-Ligia, trae tu portátil y conecta mi cámara.

-Sí amo.

Obedecí.

Siéntate a mi lado en el sofá.

-Sí amo.

-Mientras...

La humillación de Ligia (VII)

Alfredo sigue con el castigo de Ligia por los abusos cometidos en el pasado. Para ello usa ahora a la hermana de su ex-jefa.

De vuelta a casa

Cuando por fin la reunión terminó, mi jefe se me acercó para reprenderme por mi comportamiento, lo que me indignó sobremanera, ya que le había dicho que estaba enferma y no parecía importarle lo más mínimo. Igual he hecho yo con mis subordinados, pensé con un sentimiento de culpa.

El resto de la jornada la pasé intentando recuperar el trabajo atrasado. Hoy no podía quedarme más tiempo porque había quedado con mi hermana después del trabajo en mi casa.

En cuanto se hizo...

La humillación de Ligia (VI)

Por si a alguien le intersa, el sueño que tiene Ligia es otra de mis fantasías (microfilia, fantasías con personas reducidas de tamaño, no enanos).

El primer sueño

Estoy desnuda y acurrucada en una basta cama hecha con un trozo enorme de algodón. Me encuentro en una jaula para hámsters y mi amo me observa desde fuera, con una sonrisa de regocijo. Debo medir unos 12 centímetros. Soy su pequeña mascota.

De repente me abre la jaula con una de sus enormes manos y me hace señas para que salga. Obedezco lo más deprisa que puedo, aterrorizada de contrariarle en lo más mínimo. Mis diminutos pies se posan en la mesa donde está la jaula, y él me...

La humillación de Ligia (V)

Después de pasar toda la noche sin dormir, Ligia se dispone a despertar a su amo con una mamada.

Despertando al Amo Me deslicé con cuidado de no despertarle buscando su pene. Como estaba acostado de lado, sólo podía alcanzar con dificultad el glande con la punta de mi lengua. Empecé a lamerlo, primero despacio y poco a poco más vigorosamente, haciéndolo rebotar de un lado a otro. Noté que se estaba empalmando, lo cual era un alivio porque así me costaba menos trabajo llegar. Cuando estuvo lo bastante crecida, me metí la punta en la boca y la mantuve dentro con la fuerza de la succión mientras con la le...

La humillación de Ligia (IV)

Esta parte no tiene sexo, sólo una pequeña sesión de castigo para Ligia

Primera noche

Alfredo se metió en mi cama, de tamaño matrimonio, y se acomodó en el centro. A mí me tenía atrapada mentalmente de pie, mirando.

-Dime, esclava, ¿te gustaría dormir en la cama?

-Sí amo.

-¿Cómo te sientes?

-Me siento muy cansada, amo. Estoy completamente agotada. Por favor, te lo suplico amo, déjame meterme en la cama contigo.

-Jeje, veo que vas aprendiendo a ser una putita mimosa. Yo también estoy cansado, y ya es hora, dijo bostezando

Su rostro c...

La humillación de Ligia (III)

Tercera parte del relato, donde Alfredo y Ligia hacen sanos hábitos de higiene antes de irse a la cama...

Higiene antes de dormir

-Vamos perrito, me dijo, en el tono en el que se le hablaría a una mascota. A la vez, y sin palabras, me ordenó andar a cuatro patas. Iba desnudo, aunque llevaba su cámara en la mano.

Empezó a andar escaleras arriba, al dormitorio, y yo me ví obligada a seguirlo a su ritmo, haciéndome daño en las rodillas subiendo las escaleras en esa humillante posición.

Comprobé aliviada, que mientras le seguía, podía ir deshaciéndome de los pelos que quedaban en mi boca y me...

La humillación de Ligia (II)

Ligia llega a su casa controlada por Alfredo, su antiguo empleado, con la intención de instalarse allí...

Mientras conducía, Alfredo empezó a hacerme preguntas a las que yo me veía inevitablemente obligada a contestar de la forma más sincera posible.

-¿Qué te metiste en el coño por primera vez?

-El dedo índice, amo.

-¿Qué pensabas la primera vez que te corriste?

-Me imaginaba a un compañero de mi clase desnudo, amo.

-¿Qué edad tenías?

-12 años.

-¿Cuál es tu fantasía sexual más extrema?

-Que me follen 2 hombres al mismo tiempo, por el culo y la vagina, mientras lam...

La humillación de Ligia (I)

Este es un relato que escribí para una amiga, sumisa y dulce como nadie.

El reencuentro

Este maldito trabajo me estaba volviendo loca.

Eran las 20:30 y quería dejar listo este informe antes de irme. Ya hace una hora que se había ido el último de mis empleados, menos Matías, el guardia de seguridad, que tenía que esperar a que yo me fuera. Bueno, si tiene que echar más tiempo, eso forma parte de su trabajo, como el mío.

La puerta del despacho se abrió de repente y pegué un respingo, dispuesta a reprender a Matías por entrar sin llamar. Pero no era él.

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