Secuestro sin rescate
María, una mujer normal, es secuestrada en el garaje de su casa y llevada a un inquietante lugar.
Después de un duro día de trabajo, Maria aparcó el coche en el garaje. Comenzaban el calor, y la temperatura hacía que su libido también subiera. Sintió un cosquilleo en su estomago pensando lo que haría en casa. Música suave, penumbra de velas, aceite con suave aroma a menta, y un maravilloso vibrador. Prepararía todo antes, desconectaría el teléfono, se desnudaría y gozaría de la intimidad de su cuerpo. Luego se daría una larga ducha fría, haría una cena ligera, y en compañía de un helado de chocola...