Club de señoritas

Un adolescente precoz en sus inicios sexuales es invitado por un grupo de señoritas a compartir a un delicioso semental.

Club de señoritas

Comenzaré mi relato diciéndoles que conocí a Jim por mera casualidad, cierto día al ir camino a la escuela pasé entre unas casas para cortar camino, y fue justo en ese momento que Jim iba saliendo del baño completamente desnudo, secándose el cabello y haciendo que me detuviera por unos instantes a contemplar a través de esa ventana la verga más grande que hubiera visto a mis trece años. Durante varios días repetí el trayecto haciendo escala ante esa ventana pero no tuve mayor f...

Mi guardaespaldas

Marco hacía que mi estancia en la escuela fuera terrible pero afortunadamente conocí a José quien se convirtió en mi guardaespaldas y en algo mas...

Mi guardaespaldas

Acababa de ingresar a la preparatoria cuando me di cuenta de que había algo en mi que no estaba acorde a los demás chicos, pues tenía 15 años y aunque tenía novia cada vez que veía a un chico guapo en shorts sentía que mis calzoncillos me comenzaban a apretar debido a que mi verga se erguía contra mi voluntad. Esto se acentuó con mi ingreso en la preparatoria porque las actividades deportivas eran más importantes para la escuela y todos practicaban al menos un deporte adicional...

El marido de Laura

Coger con ella era delicioso pero con su marido lo era mas.

EL MARIDO DE LAURA

Una nueva chica había llegado a la oficina, piel blanca, abundante cabellera y un cuerpo sumamente apetecible, estrecha de cintura y con un trasero prominente que le quitaba el habla a todos de solo verla caminar. Era una mujer muy especial, no trataba con cualquiera y siempre era respetuosa del trato laboral, así que dos chavos que intentaron lanzarse con ella pues simplemente fueron rechazados.

Cierta ocasión tuvimos que asistir a una reunión juntos en representación d...

Cafe cantante

Una pareja es seducida en un café y ambos terminan disfrutando del sexo con un grupo de varoniles hippies.

CAFÉ CANTANTE.

Era sábado y Cecilia caminaba apresuradamente por el centro de la ciudad, se le había hecho un poco tarde para la cita con Ricardo, su novio, con quien aprovechaba los fines de semana gozando de los placeres que puede disfrutar una pareja de adolescentes sin llegar al coito.

  • Amorcito ¿por qué tardaste tanto? ¿y esa ropa? – le preguntó Ricardo un tanto decepcionado al verla tan tapadita.

  • Lo siento mi amor, pero papá me detuvo antes de salir, me sermoneó y no me dio p...