La línea del vampiro. 7. Caída libre.

Ese mismo suspiro de antes se quedó a la mitad en cuanto un dulce aliento acariciaba mi nuca. Me sobresalté en cuanto sus ojos azules se fijaron en los míos. Intenté recuperar la compostura de mujer fría y distante.

Había caído totalmente en su juego.

¿Qué hacía aquí otra vez? ¿Le estaba buscando? “Buff”, lo único que podía decir con cierta lógica. Y aquí estoy: en el mismo sitio, con la misma copa y con un conjunto de ropa igual de rompedor que el de anoche.

Había vuelto a ese lugar predilecto en mi línea de opciones sin querer, y cuando quise darme cuenta, ya había pedido una tercera copa, pero diferente esta vez.

Esta vez la música no lograba distraerme, en absoluto. Inútil, burdo, banal.

Y c...

Contra el mar.

El olor era un atractivo regalo para sus sensaciones, dejándolos en un estado ligero de felicidad y bienestar. No se acordaba de ningún momento relativamente malo en ese día, ni donde estaba ni lo que hacía. Sólo sabía que ella estaba allí.

Era ya la tercera cerveza de esa noche, algo muy raro en Alberto. Con un par de ellas iba servido y durmiendo la mona tranquilamente, pero aquello era diferente. ¿Alcohol para matar el tiempo, el aburrimiento?

Un suspiro se deslizó a través de sus labios, seguidos por un escalofrío.

Sin duda había sido mala idea llevar la camiseta de Children Of Bodom  sin una chaqueta que le pudiera resguardar del frío, pero el alcohol hacía las veces de estufa. Su humor no había mejorado con la pérdida de una...

La línea del vampiro. 12. Feliz Cumpleaños.

- Para, para, está fría jajaja –Evan se reía despreocupadamente, sin saber que un vampiro le está echando agua en el cuello en vez de mordérselo. Ironías de la vida.

No. Todavía no. Corazón, sigue latiendo. Necesito más sangre… sigue bombeando…

Y se me fue la mano. La chica que yacía en mis brazos estaba totalmente muerta, su corazón se había detenido por completo, y mi garganta ardía de insatisfacción. Una vida menos en el mundo, donde podría ser triste si no fuera porque no es la primera vez que arrebato una vida. Cuando te acostumbras a derramar sangre, los ríos no pueden dejar de seguir la corriente, y llegan hasta un mar lleno de muerte y desesperación. Un ma...

La línea del vampiro. 3. Sangre noble.

Los motivos para escapar del castillo de mi padre eran bastante obvios: la falta de libertad, donde las paredes se volvían claustrofóbicas, y donde mi sed era ordenada por un horario estricto de mis presas. La soledad me enloquecía.

¿Que yo no comprendía lo que significaba tener sangre noble?

¿Y qué si mi sangre era diferente? Sangre pura de vampiro, sin ninguna alteración por los pasos de los años, como si yo fuera el primer  vampiro hecho en la historia. Y no, no sólo era eso lo que me hacía diferente al resto: yo no había sido creada, yo había nacido.

Crecí, me eduqué como cualquier niño humano, siempre bajo la atenta mirada de miles de ojos esperando cualquier cambio imperceptible en mi cuerpo. Yo no era única, pero sí...

La línea del vampiro. 4. Callejones (flashback)

Una gota de sudor se deslizaba por mi frente, y un ligero suspiro se deslizó a través de mi boca. Un segundo después lo tenía observándome, y al siguiente sus ojos estaban chocando contra los míos.

No tenía escapatoria. Yo podía verle perfectamente, él también a mí. Sus ojos color carmín observaban cada movimiento de mi cuerpo, cada movimiento de mis ojos, mis dedos, mis pies… Me tenía totalmente acorralada.

Deslicé el peso de mi cuerpo a la izquierda, en un ligero intento de deslizarme en un callejón en el que mi cuerpo era capaz de deslizarse. Llevaba directamente al castillo, pero eso no me importaba. Daba la sensación de que aquel hombre quería que fuese a ese agujero.

Era una trampa. ...

La línea del vampiro. 2. Básil.

Mis pies me llevaron hasta mi habitación, donde sabía que se encontraba algo o alguien. Extendí mis colmillos y abrí la puerta lentamente. Una corriente de aire azotó mi pelo.

Todavía me estaba relamiendo de esta presa tan jugosa. Su sangre me había satisfecho totalmente. Bueno, no totalmente, pero sí lo suficiente para poder aguantar dos noches como mucho.

Mi sed no había sido aplacada totalmente, sólo era más llevadera para pasar el rato.

Arrastré al chico hasta un callejón oscuro. Su corazón latía débilmente, pero llevaba un ritmo regular. No estaba muerto; sólo inconsciente y débil por la pérdida de la sangre.

Cualquiera que pasara por allí pensaría que el p...

La línea del vampiro. 8. Sentimiento y vigilancia.

- Podré esperar, pacientemente. O si no saldré a buscarla yo mismo – y Evan dejó salir a flote una reluciente sonrisita de suficiencia.

Había huido como una miserable cobarde. Y espantada, bastante. No por Evan, sino por mí. Le había contado a ese desconocido lo que sólo sabía mi padre y yo misma. Ni siquiera el nido de donde me había escapado lo sabían.

“Bocazas”, me dije en mi fuero interno.

Pero la intriga me había vuelto a vencer esta vez, y descansé en la cima de un edificio, donde no podía ser vista fácilmente, ni por arriba ni por abajo, y como extra obtenía una buena vista periférica.

Esperé pacientemente a Evan ha...

La línea del vampiro. 10. Capacidad de sangrar.

- ¿Y a qué viene esta repentina facilidad para que te pueda invitar a una copa sin una frase sarcástica de por medio?

Hora punta. En otras palabras: mis manos estaban sudadas, una ligera gota de sudor se deslizaba por mi nuca y el ligero maquillaje se derretía ante mi usual aumento de temperatura en situaciones límite.

Y así era, ahí me encontraba yo: en una situación límite, y lo único que me venía a la cabeza era la imagen de Evan durmiendo plácidamente en su cama: tan delicado, tan vulnerable, y sin embargo derrumbaba todos mis muros.

Pero ahora era mi turno para mover ficha. Acercarme a Evan, para ser su pr...

La línea del vampiro. 1

Les miraba, les incitaba, les calentaba y finalmente era yo la que saciaba mi deseo, no él.

Eran los mismos síntomas de siempre: boca seca, un fuerte dolor en la garganta y, lo que realmente me molestaba, la ardiente sed de sangre humana.

No era más que el principio de la noche y ya estaba sedienta. “Normal”, pensé. No me había alimentado bien en unos cuantos días. El viaje a través del campo a esta ciudad me había agotado, y no había mucho que cazar excepto algún que otro granjero. Eran realmente deliciosos, por su forma de vivir tan alejada de productos químicos y alimentos grasos. Pero, s...

La línea del vampiro. 5. Querer algo (Básil)

Las puertas de la gloria. Eso era ella.

Era demasiado valiosa. Como la perla que está en medio de un terremoto, como el diamante que se hunde bajo el mar. Ella no pertenece a ese mundo.

Mortales. Un mundo donde el tiempo es relativo y la vida efímera, donde cualquiera puede morir a la hora que sea donde sea.

En mi propio mundo muero cuando quiera.

Desprecio, eso es lo que consideraba. Era el sol un regalo, un farol que se enciende y apaga siempre. Nunca lo vería.

También la envidiaba a ella, que podía verlo que él no podía...