Privacy Club - Cuatro años después (06)

Un hombre y una mujer desnudos, a solas en la terraza. La oscuridad cómplice. ¿Qué puede suceder?

Marta

La oscuridad cómplice

«¿Para qué ha cogido la pelirroja la toalla y las llaves?» —me pregunté.

Bueno, cada cosa tenía una explicación: la toalla, para tumbarse a tomar… la luz de las estrellas, y las llaves, por si Unai y yo estábamos demasiado ocupados como para salir a abrirles… Por más que me daba en la nariz que el paseo sería muy, muy largo… —No pude evitar sonreír con la idea.

«Si te lo pide, ¿de veras estás dispuesta a hacer el amor con Unai?» —me pregunté, ahora...

Privacy Club - Cuatro años después (05)

Llegó el 1 de agosto, y Marta y Sergio se dirigieron a la casa en la costa. Y encontraron algo que no esperaban...

Sergio

Un “pequeño” detalle omitido…

Lo tomamos con calma. Aunque no salimos muy temprano, extrañamente, para ser 1 de agosto, no encontramos tráfico denso, por lo que el viaje de más de 700 km. resultó cómodo, excepto por el calor asfixiante: aquel día todo el Levante estaba en alerta amarilla por altas temperaturas. Como a 100 km. de distancia de nuestro destino paramos en un área de servicio, (afortunadamente había estacionamiento a la sombra) e invertimos algo más de una hora en comer...

Privacy Club - Cuatro años después (04)

Confidencias...

Sergio

Confidencias

Marta y Unai habían tomado posesión del sofá frente al televisor. Él había traído una cubeta llena de hielo en la que se refrescaban varias latas de bebida.

En la pantalla, la imagen de un campo de fútbol que no reconocí (ni me importaba lo más mínimo) mientras el locutor hablaba sin parar de alineaciones, tácticas (¿qué sería aquello del 4-2-4?) y otras cuestiones por el estilo, que tenían para mí interés cero.

Nekane y yo nos sentamos en el comedor, que e...

Privacy Club - Cuatro años después (03)

Sergio y Nekane no son aficionados al fútbol. Por esa razón, ellos se van a charlar al comedor, mientras Unai y Marta ven el partido.

Marta

El partido de fútbol

Sergio y Nekane se fueron a charlar al comedor, como hacían siempre que Unai y yo veíamos un partido de fútbol. Alguna vez les había sorprendido en una actitud… digamos “íntima”, e incluso llegué a preguntarle si se había follado a la vecina, y respondió que no.

Le creí; no necesitaba mentir, porque al principio de nuestra relación lo habíamos hecho con otras parejas, y no me habría parecido monstruoso que se hubiera acostado con Nekane… de la misma manera...

Privacy Club - Cuatro años después (02)

Nekane y Unai

Sergio

La invitación

—¿Habéis hecho planes para las vacaciones? —preguntó Nekane, mientras extendía crema de protección solar por sus muslos.

—Bueno, hemos contratado un crucero de ocho días por el Mediterráneo para la segunda quincena de agosto —respondió Marta por los dos—. Para los primeros quince días, aún no. Todos los años, hacia el mes de marzo, hacemos el firme propósito de dedicarnos a buscar algo, pero al final, por una u otra razón, lo vamos dejando…

—¡Guau! Un cruc...

Privacy Club (cuatro años después) 01

La vida de Sergio y Marta después de transcurridos cuatro años.

Marta

Me desperecé ronroneando como una gata. Era sábado por la mañana, y no tenía prisa alguna.

Me sentía satisfecha después de una noche de buen sexo con Sergio; a estas alturas de nuestra relación, la frecuencia de nuestros encuentros sexuales se había espaciado algo, pero no había disminuido la calidad. Aún existía la chispa que saltaba entre nosotros y que nos lanzaba en brazos del otro. Y todavía, después de dos o más orgasmos, seguía apoderándose de mí la laxitud que solo llega despué...

Privacy Club (y 6)

Nueva cena con Noemí y Aarón. Pero esta vez, los cuatro solos...

Marta

Con un sentimiento de déjà vu , desperté desnuda sobre la cama de Sergio, pero esta vez sabía dónde me encontraba. Me desperecé y palpé el colchón a mi lado, pero estaba vacío.

Nuevo déjà vu : Sergio entrando en la habitación con la bandeja del desayuno: esta vez, además de zumo de naranja y café, había huevos revueltos, tostadas, mantequilla y mermelada. Pero no analgésicos.

—Buenos días, dormilona —saludó, mientras recorría mi cuerpo con la mirada.

—¿No me tiene...

Privacy Club (5)

Dos meses sin Marta...

Marta

Abrí los ojos poco a poco, pero los volví a cerrar, porque incluso la escasa luz que dejaban pasar las rendijas de la persiana, me producía un dolor de cabeza insoportable.

Tras unos minutos, conseguí recuperar la visión con un sufrimiento llevadero. No reconocí el sitio. Desde luego, no era mi dormitorio.

«¿Una habitación de la casa de Yasuhiro y Kyomi?» —me pregunté.

Dejé caer la mano por un costado del colchón, y no, porque no estaba acostada sobre un futon , y la c...

Privacy Club (4)

La noche tuvo también un final japonés

Sergio

La casa de Kyomi y Yasuhiro no tenía nada que envidiar, en cuanto a tamaño, a la de Noemí y Aarón. Pero habían reformado el interior de un chalet de La Moraleja para convertirlo en una típica casa japonesa. [La Moraleja es una zona cercana a Madrid, en el municipio de Alcobendas, en la que las viviendas son de alto standing , solo al alcance de gente adinerada. (N de los A.)]

Hubimos de dejar los zapatos en el vestíbulo, imitando a nuestros nuevos anfitriones. Había frágiles...

Privacy Club (3)

La cena de Aarón y Marta fue algo diferente a como la maginábamos

Marta

Una puerta doble nos condujo, desde la especie de vestíbulo en el que había tenido lugar el cocktail , a un salón inmenso, en el que había como tres ambientes, cada uno de ellos dotados de amplios sofás de distinta tapicería.

«¡Guau! —exclamé para mí—. Mi casa es amplia, pero posiblemente cabría entera en este salón».

—¿Por qué están los sillones cubiertos con esa especie de lienzos? —Pregunté a Aarón. Tarde, se me ocurrió la respuesta, y debí ruborizarme hasta las pestañas....