Soy tu puta. mi Amo. Que no se te olvide.

Soy tu puta, mi Amo. Tengo que repetírtelo continuamente porque se te olvida y no me tratas como debes, como te suplico que hagas. Como me merezco pues soy tu puta sumisa y quiero que no se te olvide jamás.

Y cuando me he despertado esta mañana, me he encogido bajo las sábanas para bajar a tu entrepierna, coger tus polla y metérmela en la boca para despertarte como hago todo los días chupándotela y lamiéndola, pues me vuelve loca que lo primero que veas y sientas al abrir los ojos, es a tu puta esclava con tu polla metida en mi boca. Y cuando he visto que ibas a correrte, he parado de pronto para evitarlo, porque quiero que estés excitado y ardiente. Te necesito así para mis planes.

Así que t...

Expuesta, ofrecida, mojada y sumisa

Te he echado desnuda sobre la mesa, con el culo en pompa y te he atado las manos y los tobillos a las patas de la mesa.

Luego me has dicho que has notado cómo abrían la puerta y te cogían de los glúteos de tu culo de putón verbenero y te penetraban. Pero que no sabías quién era. Si era yo, aunque eso creías y suponías. Pero no podías saberlo, claro, porque te había dejado con la venda en los ojos y podría haberle dado la llave a otro para que te follara.

Porque el que comenzó a darte palmadas en tu culo de puta, el que te metió la polla hasta los huevos y comenzó a follarte sin pausa, podría ser yo, es cierto, pe...

Cómo consiguió ser cornudo

Luis tenía la fantasía de ser cornudo. Se lo había comentado a su mujer, a Laura, pero ella le había dicho que estaba loco, que ella no era una puta y que no. Luis creía, no sin razón, que su mujer tenía miedo de que en realidad él la pusiera a prueba y si decía que sí que aceptaba follar con otro, él se enfadara por haberla pillado queriendo serle infiel.

Cómo consiguió ser cornudo

Eso me comentó cuando me escribió al correo del blog para comentar sus dudas, su preocupación, sus deseos de ser cornudo y la negativa de su mujer. Tras algunos correos con él en los que se sinceró conmigo, yo lo comprendía, según me dijo, le propuse que le comentara a ella que tenía la fantasía de hacer un intercambio de parejas. Así ella no podría sospechar que él quería pillarla con deseos de follar con otro, puesto que él también lo haría con otra. Serían los...

Una sumisa caprichosa

Una sumisa caprichosa Átame y azótame, me pides insistentemente. Y no lo hago porque no quiero consentirte, hacer caso a todos tus caprichos como una niña sumisa mimada que recibe siempre los azotes que quiere y que se sale con la suya.

Una sumisa caprichosa

"Soy tuya sí", me sueles decir. "Tuya, entera por completo. Mi cuerpo y mi mente lo son desde hace mucho; no lo sabía pero ya era tuya sin conocerte. No se puede explicar de otra manera, porque en dos palabras me sentí tuya, tu puta, tu zorra, y quise más, necesite más. Escapé más de una vez, porque no entendía tal grado de emputecimiento, tal placer al sentirme tuya. Y volví, vuelvo siempre con más ansias, con más ganas de que me sientas de tu propiedad.

Úsame, exhíb...

Era cornudo sin saberlo

Carlos tenía la fantasía de ver a su mujer follar con otro delante de él, porque quería sentirse cornudo. Se lo había comentado a su mujer y ella lo había rechazado de plano. “Sólo te quiero a ti y nunca lo haré con otro”, le había respondido. Carlos le dijo que sabía que lo quería y que eso no significaba que él no la quisiera, sino que tenía esa fantasía. Así que contactó conmigo para que le ayudara a sentirse cornudo, con el debido respeto para su fantasía.

Luego supe que esa fantasía le venía de la infancia, de la adolescencia pues cuando era joven él y su mejor amigo, estaban enamorados de la misma chica y un día que estaban de fiesta en el apartamento de su amigo, se emborracharon y se pudieron a bailar con ella por turnos. Aunque en uno de los bailes la chica se besó con su mejor amigo, y él comprendió que había perdido y que ella ya había decidido quién le gustaba.

Esa noche ellos la pasaron en la cama y él en un colchón inflable que le ...

Una sumisa puta y zorra, ofrecido y expuesta

Ella me obliga a que la trate como una puta zorra sumisa e incluso quiere que la lleve a un club de carretera para que pueda sentirse puta, junto a sus colegas. Son sus deseos, es una dictadora, pero todo tiene un límite.

Una puta zorra ofrecida y expuesta

Me dices:

  • Tengo que obligarte a ser malo; eres un chico demasiado bueno

Y es verdad. Tienes razón.

  • No soy tu vecina, ni tu novia, ni tu amante, ni tu esposa -añades insolente.

  • ¿No?

  • No, joder; soy tu puta, y has de meterte eso en la cabeza –concluyes muy farruca.

Y tienes razón, porque yo nunca he tenido puta, cariño. Había conocido a chicas que te pedían que las atarás a la cama y las poseyeras. O que te pedían que...

Una pareja muy sumisa

Adela y Carlos son una pareja sumisa, los dos son sumisos y aunque al principio de su matrimonio trataran de intercambiar los papeles, intercambiar los roles siendo un día él sumiso y ella Ama, y al día siguiente ella sumisa y el Amo, pronto comprendieron que no funcionaba porque lo que sentían eran ser sumisos y no amos. No sabían ser amos ni dominar al otro cuando les tocaba.

Adela y Carlos son una pareja sumisa, los dos son sumisos y aunque al principio de su matrimonio trataran de intercambiar los papeles, intercambiar los roles siendo un día él sumiso y ella Ama, y al día siguiente ella sumisa y el Amo, pronto comprendieron que no funcionaba porque lo que sentían eran ser sumisos y no amos. No sabían ser amos ni dominar al otro cuando les tocaba.

Y pusieron un anuncio en una página de contactos de Internet. Les exigí foto (con los rostros tapados), en la que aparec...