Emputecida y bisexual

Te he dicho que quiero emputecerte un poco más porque ya lo estás, con los machos, pero hace falta que también lo seas de quién yo quiera, sin exclusión. Quiero emputecerte con mujeres, con las que pueden ser mis amantes para que les comas el coño antes de que me las folle con el propósito de que

Es probable que te dé asco, lo sé. Es probable que sientas celos al verme follar con otra, lo sé. Por eso no lo haremos todavía, pero quiero que ya lo vayas pensando y asimilando. Quiero que lo vayas teniendo en consideración para que cuando llegue la hora esté preparada y no tengas tantos remilgos, como veo que tienes ahora.

Porque tendrías que lavar a mi amante para mí, prepararla, bañarla, secarla, perfumarla y excitarla para que esté bien dispuesta para mi polla.

  • ¿Lo comprendes?

-  S...

La puta sumisa de tu mujer

Ella es así. Los dos lo sabemos. Y tú las has comprendido mejor que nadie. Así que me la enviaste porque me conocías y sabías que ella me gustaba.

Y cuando llegó tu  mujer me dijo que querías que la follará duro sobre la mesa de mi despacho y que hiciéramos una grabación con el móvil para enviártela.  Me pareció bien porque en esto mandas tú, aunque seas cornudo y todo lo hacemos por tu placer, a tu gusto.

Así que tras hacer que me chupara la polla de rodillas, como tú me indicaste (cogiéndola del pelo y follándomela lentamente, muy lentamente),  la doblé sobre la mesa de mi despacho y me puse a follarla duro, con fuerza, para hacer que se corri...

Fuiste tú el que quisiste que fuera zorra

Compréndelo, cariño. Él no es dulce como tú. Él llega seguro de sí mismo, me dobla sobre el suelo a cuatro patas, me levanta la falda, me baja el sujetador para que mis tetas bailen y me penetra con furia, sin pedir permiso, sin ninguna complacencia. Le da igual.

Sabe que soy suya, que mi coño le pertenece y que nada más verlo u oírlo, mi coño rezuma líquidos por los muslos. Él lo sabe y no se anda con remilgos. Me trata como lo que soy; como su puta perra, como su zorra guarra, como su cerda más sumisa y complaciente.

Él me coge del pelo, tira para atrás y me folla sin piedad porque sabe que me corro con sólo notar en mi coño la punta de su  polla. Y él lo sabe. Y tú también lo sabes porque fuiste tú el que casi suplicaste que fuera a trabajar sin bragas, que...

Puta sumisa con marido cornudo

Me siento sobre ti y me restriego. Restriego mi coño contra tu polla y me comes las tetas y no se te pone nada de dura, porque eres un impotente. Y yo lo sé. Sé que eres un impotente desde que éramos novios y me case contigo. Por qué lo hice.

Lo hice porque  sabía que al ser un impotente no tendrías más remedio que permitir que una puta sumisa y zorra como yo  busque machos de verdad para que me follen, para que le den gusto a una puta zorra sumisa, ninfómana, que se muere por ser tratada como una puta, como una perra, como una cerda y guarra zorra que suplica que la follen. Pero por un macho de verdad. Así que tú, impotente y sumiso, además de cornudo, me servías de perlas.

Por eso nos casamos. Por eso me casé contigo. Por eso te lo recue...

Esclava de tu libertad

Quiero que seas libre, mi Amo, porque siempre te he soñado libre y una vez que te he encontrado te quiero más libre aún para que sea más tú que nunca.

Acuso recibo de tu última carta:

"Te quiero libre. Te suplico que seas libre, mi Amo, porque así yo también seré más libre. Libre para entregarme más a ti.   Más libre que nunca mientras me esclavizas más a ti porque sólo deseo ser esclava de tu libertad y porque al contrario que tú, yo quiero ser cada día menos libre, más esclava a ti. Más sumisa.

Porque mi mayor placer es ver que tú lo tienes al usarme, al servirte de mí como un objeto, al ser el instrumento de tu placer y de quien tú quieras....

Entregada, puta, sumisa, anillada

Quiero hacer más por ti, mi Amo, porque me parece poco lo que hago, muy poco, y quiero ser más puta, más sumisa y más perra. A veces creo que no te merezco.

¿Qué puedo hacer por ti, mi Amo?...me preguntas. Nada, cielo;  haces todo lo que te digo y más. Pero quiero hacer más, me insistes. ¿Más? Sí, quiero ser  más puta, más zorra, más perra. Quiero que mi cuerpo sea completamente tuyo, que mi piel suene como un tambor cuando tú lo azotas, que mis gemidos te exciten, que mi dolor te dé placer. Quiero más, mucho más.

  • Quiero que me uses, te sirvas de mi y me entregues a quién tú quieras para que puedas presumir de puta, de zorra, de sumisa y de perra. Para...

Unas puta de guardia las 24 horas

A veces es imposible convivir contigo, mi sumisa, porque eres muy absorbente, y posesiva, y necesitas que esté pendiente de ti todo el día. Y por eso, cuando trabajo en el ordenador y has terminado todas las tareas domésticas que sueles hacer vestida sólo con zapatos de alto tacón y un delantalito de doncella francesa, te sueles arrodillar entre mis piernas para bajarme la cremallera y meterte mi polla en la boca

Una puta zorra de guardia las 24 horas

Así que arrodillada entre mis piernas me lames los huevos, me chupas la polla y me suplicas que te folle. - Fóllate mi boca de puta, Amo. - Lo haré, pero tienes que esperar un momento a que termine. Pero tú eres impaciente, no esperas y la coges y me la chupas para ponérmela dura, mientras me dices guarradas como que eres una puta zorra; una zorra permanentemente excitada, expuesta y ofrecida para que te follen. - Quiero que mi coño sea como las farmacias...

La puta y el cornudo

Tenías dudas. Eso me dijiste. Fantaseabas con ser una sumisa zorra, puta y perra, pero tenías miedo de fracasar, de no poder soportarlo. Me llamó tu marido al teléfono y me dijo que su mujer era sumisa, y que quería emputecerla un poco porque él también era algo sumiso y quería verla emputecida con otro macho. Le dije que sí, pero quería antes hablar con ella. Nos escribimos.

La puta y el cornudo

Me contó sus fantasías, la de estar como una perra salida al servicio de los demás para ser usada, manoseada y estar siempre abierta para el uso y disfrute de los demás, porque "mi placer es ver que los demás lo tienen al usarme". Eso me dijiste. No tenías experiencias. Habíais acudido a un club swinger de Murcia, ubicado en la carretera de Santomera (Murcia) que se llama el 7º Cielo, pero no habías hecho nada. Os habías quedado en la barra sin entrar a más. Cuando alg...

Quiero que me folles hasta las orejas

Hasta las orejas todo es puta, por los mismos motivos que hasta el rabo todo es toro. Eso te dije, mi Amo, cuando me ofrecí a ti para que me uses de nuevo, para que no se te olvide que puedes usarme. Que debes usarme para tue xclusivo placer.

Quiero follarte, me has dicho. Y me he alegrado, pero me ha quedado la duda de por qué sitio. No sabía si querías follarme el coño, el culo o la boca, como tanto te gusta, estableciendo tú mismo la profundidad y ritmo con el que te sueles follar mi boca, mientras yo permanezco arrodillada frente a ti acariciándote los huevos. No sabía qué querías follarte y me he puesto desnuda frente a ti a cuatro patas y te he ofrecido el coño que me asoma entre los muslos, moviéndolo en círculos, por si que...

Quiero que me emputezcas

A veces soy yo misma la que me tengo que ofrecer, la que tengo que obligarte, la que tengo que hacerte ver que soy tu puta zorra, porque eres tan distraído que se te olvida. Estás leyendo el periódico y ni me miras, ni me atiendes.

Quiero que me emputezcas

Porque no comprendes las necesidades de amor de tu mujercita, las necesidad de cariño, de tus mismos y atenciones, y entonces vengo hacia el sofá en el que lees, me arrastro a cuatro patas con la correa de tu pantalón en la boca y te toco la pierna con la cabeza para que me mires, para que me atiendas, para que les des cariño a tu perra sumisa, a tu puta zorra que se muere por tus caricias y mimos.

Y tú me miras, me sonríes y sigues leyendo, pero yo no me rin...