Julio 2

Placer y sumisión de un esclavo

Julio dejó sus cosas en el suelo y entró en la habitación por primera vez. Su ajustada camiseta sin mangas permitía adivinar sus fuertes músculos pectorales y abdominales. Su pantalón corto de fútbol ofrecía un prometedor bulto y terminaba en unas piernas morenas con algo de vello, propio de sus 19 años. Me pregunté si algún día tendría la suerte de ver lo que ocultaban sus ropas.

Hicimos las presentaciones de rigor y Julio fue exquisitamente educado. Me preguntó qué me había pasado con Nacho ("...

Mayo

Los acontecimientos se precipitan en la relación de dos amigos en Madrid.

mayo

Conocí a Joaquín hace dos meses. Nos presentó un amigo común durante una conversación política, práctica muy extendida entre todos los españoles en esas fechas, y en especial entre los madrileños. Sentados en aquel tugurio, bebiendo vino, cada uno exponía sus soluciones para salvar España. Como buenos españoles, cada uno tenía una.

Joaquín era hijo de un importante funcionario ministerial. Era algo más joven que yo, rondaría los 18 o 19 años. Sin embargo, en el físico éramos como la n...

Sí, mi teniente (1)

Aventuras de un teniente durante la guerra en Madrid

sí, mi teniente

Vaya mierda de tabaco, pensé, mientras aplastaba con la bota la colilla apurada hasta el filtro. Si algo echaba de menos tras tres años en el frente era fumar un Marlboro.

Esa noche llovía como si nunca lo hubiera hecho. Ya eran las dos y media de la madrugada, y estaba diluviando desde el mediodía. Yo estaba de pie viendo cómo discurrían los riachuelos que la lluvia formaba por debajo de los muelles de carga de aquella antigua nave industrial. Llevábamos acantonados en aqu...

Ronda

Vernano en la serranía malagueña

No me arrepiento, volvería a hacerlo, canta Alaska en mi mp3, mientras yo sonrío y asiento con la cabeza, recordando.

Fue el verano en que cumplí los 19 años. Mis padres decidieron darse el lujo de un crucero por el Mediterráneo, y yo accedí gustoso a pasar el mes de agosto con mis tíos y primos del pueblo. Yo soy más de ciudad que los semáforos, como dice mi padre, pero ir al pueblo una vez al año, no hace daño. Es un pueblecito pequeño, en la serranía de Ronda, en Málaga. El típico pueblo de c...

Julio 3

Placer y sumisión de un esclavo

En mis sueños, estaba en medio de un grupo de tíos desnudos, había pollas, semen y culos por todos lados. Me movían y zarandeaban a su antojo, sujeto sólo por sus manos, me usaban todos a la vez, y yo estaba con un dedo o una polla en cada uno de mis agujeros.

Cuando desperté, el que estaba empujándome era Julio. Me había agarrado por los hombros, y me estaba dando la vuelta en mi cama. Me tumbó sobre la espalda, con mi cuello extendido y mi cabeza cayendo por el borde de la cama.

"¿Qué co...

Mihai

Encuentro en persona con Mihai, tras conocerle por chat...

MIHAI

Durante tres meses y medio, más o menos, conviví con Fran. Con sus veinte años recién cumplidos, su rebelde pelo rubio, sus falsamente inocentes ojos azules y su cuerpo cincelado como el de la estatua de algún dios del Olimpo, se plantó en mi casa respondiendo a un anuncio que publiqué para compartir mi piso en el centro de Madrid.

A pesar del tiempo que pasamos juntos, los horarios que mi trabajo me imponían impidieron que llegáramos a conocernos en profundidad. Sin embargo, eso no...

Julio 5

Placer y sumisión de un esclavo

El entrenador me aceptó al momento. Me dio el horario de actividades del equipo y las horas a las que necesitaba que estuviera allí. Julio me observaba sonriendo, todo el rato. En un momento en que el entrenador me estaba enseñando las instalaciones, Julio se inclinó sobre mí y me susurró "Vas a disfrutar esto más de lo que te imaginas, zorra"

Mientras caminábamos de vuelta a nuestra habitación, el móvil de Julio sonó.

"¿Cuándo vas a llegar? ", preguntó a la persona al otro lado de la líne...