Las secuelas del Chalet nudista.
Algunas veces me pregunto si somos una familia normal, porque no conozco a nadie que folle con su madre como quien comparte una agradable helado apetitoso de conversación distendida. ¡Cariño, cada día está más gorda y larga la tienes grandísima!¡YA no me cabe entera en la boca es muy ancha!
Mi madre y yo hicimos las paces una vez más, pero esta vez… en las duchas de la piscina climatizada. Con todo jamás hubiéramos pensado como acabaría aquella jornada de invierno…. La historia de aquella mañana de fin de semana transcurre desde el momento en el que me despierto, hasta el momento en el que salimos de la piscina. Bueno, mi madre y yo nos hallábamos de lleno en discordia como tantas veces. Desde el verano era una con otra, esta vez no fue por el asunto de sus bragas desaparecidas del canasto de...