Con María, la mujer de mi amigo

La mujer de mi amigo aprovecha una noche en la que se le pone todo favorable, y yo resulté ser demasiado débil como para resistirme a sus tácticas

Después de la barbacoa en casa de Gus y Adriana, empecé a ver más frecuentemente a Mike y a María (su mujer colombiana).  Solían venir a la piscina de la urbanización invitados por Gus, y como Mike y yo habíamos hecho buena amistad, también últimamente invitados por mí.  Tenían dos hijos entre 5 y 10 años, así que lo de la piscina les venía de maravilla, y entre tanto nosotros nos lo pasábamos bien tomando unas cervezas, y a veces haciendo una barbacoa allí mismo en la piscina.  Algunos días también se traí...

Adriana y Lucía, madre e hija

Empujé la cara de Adriana hacia delante y se la apoyé contra el coñito de su hija. En ese momento quiso soltarse las manos, pero se las agarré fuerte y no pudo. Solté su cabeza y le di otro buen azote en el culo

Tras estar con Lucía, me encontraba en un estado realmente eufórico.  Haberme sentido deseado por una jovencita de 19 años con un cuerpazo de escándalo y haberla tenido sobre mí como la tuve, despertó al yo más sexual.  Estaba deseando repetir con ella, pero por otro lado, no se me iba de la cabeza su madre, y el comentario de Gus al despedirnos.

El viernes de esa misma semana terminé pronto de trabajar, y me fui para casa.  Al llegar me quité el traje y me puse unas bermudas cómodas y una camiseta, y...

Lucía - De tal palo, tal astilla

Con 19 años, Lucía era digna hija de su madre, pero con mejor cuerpo.

El juego de provocación que había empezado Adriana, y el polvazo rápido que echamos en el baño, habían despertado un morbo en mí, que me tuvo toda la semana siguiente haciéndome más pajas que un mono.  Lo primero que hacía al despertarme era una buena paja, y lo último antes de acostarme, otra aún mejor.   Y si a lo largo del día tenía algún rato, era muy probable que cayese otra más.

De hecho, alteró tanto mi sexualidad, que sacó de nuevo al animal sexual que llevaba algún tiempo desaparecido.  Cuand...

En la piscina, sin buscarlo...

Mira Adriana… Me ha costado un buen rato en el agua conseguir que se me bajase la erección que me ha provocado tocarte la espalda, y si te tengo que volver a tocar, no creo que me vaya a poder volver a controlar. Así que como no quiero dar que hablar en el vecindario, te voy a proponer algo

Para mis amigos, yo siempre he sido un tío afortunado por los muchos viajes que, con motivo de mi trabajo me veo obligado a hacer.  Ellos siempre piensan que por estar fuera de casa, te pasas las noches de fiesta y teniendo aventuras con mujeres maravillosas… Pero la realidad, para variar, suele ser bastante distinta.  Y no es que en ocasiones no puedas salir, y a lo mejor hasta tener ocasión de conocer a alguna mujer, pero evidentemente esa no es la norma.  Lo normal en los viajes, al menos para mí, es tra...

Mi diosa Brasileña

Entre lo buena que estaba y mi largo periodo de abstinencia, yo tenía una erección importante, y al pegarse a mí para bailar, ella sin duda la había notado, porque de repente incluso sonreía más, y no se separaba ya para casi nada

Llevaba casi dos meses en aquel puesto, intentando sacar adelante un proyecto que más que un trabajo se había convertido en un desafío personal.  La dirección me había pedido opinión antes de iniciar el proyecto, y yo sin dudarlo había respondido que era posible, y que además nos reportaría un prestigio en el sector, que indudablemente atraería nuevas inversiones y proyectos, así que confiaron en mi palabra y me encomendaron la puesta en marcha.

Tuve que hacer las maletas y poner rumbo a esa nueva ciu...

Juani - El día del vestido para la boda

Estaba agachada intentando meter los pies dentro de un vestido, su culo con el tanga rojo que llevaba a juego con los zapatos, y sin sujetador, pues se lo había quitado para probarse el vestido. Os la podéis imaginar? Yo aún me excito al recordarlo

Hoy quiero recuperar otro de mis encuentros con Juani.  Además, por los correos que he recibido, parece que también a vosotros os ha gustado Juani.  No me extraña…   Y además me alegra que así sea, porque es alguien muy entrañable para mí.

Sigo esperando y agradeciendo los correos que me enviáis con comentarios y sugerencias para mejorar,  y en el caso de las mujeres, aportando información sobre qué os excita más a vosotras, para intentar que mis relatos sean “unisex”, y que no solo gusten a los hombr...

Teresa, el bombón de la oficina

Mientras nuestras lenguas se peleaban, yo la cogí de la cintura y la empujaba contra la puerta del despacho de su jefe, que estaba en el rincón y nos protegía de la vista de cualquiera en el caso de que alguien pasara por el pasillo

Os sigo contando algunas experiencias desordenadas en el tiempo, que he tenido la suerte de vivir a lo largo de mi vida, y que pese a ser un asiduo consumidor de relatos eróticos desde hace muchos años, hasta ahora nunca me había decidido a escribir.  Espero que os sigan gustando, pues ello es lo que me anima a seguir dedicando tiempo a escribirlos.

Recuerdo que este que os cuento hoy, ocurrió al alcanzar yo la fatídica barrera de los 40.  Siempre que se habla de la famosa crisis de los 40 que sufrimo...

La decoradora de interiores

La decoradora parece que quería algo más, aparte de vendernos sus muebles....

Para no convertir mis relatos en una especie de capítulos ordenados de mi vida, voy a alterar la cronología, e iré alternando situaciones más recientes, con otras más antiguas en el tiempo.  Espero que os sigan interesando.

Cuando esto ocurrió, llevaba 6 años casado, y por aquel entonces tenía ya una hija, que era una preciosidad de 3 años.  Yo entonces tenía 31 años y mi matrimonio iba muy bien, sin ningún problema.  Económicamente no estábamos mal, y nos llevábamos muy bien, pero desde el nacimiento...

Mi regalo de cumpleaños

Mi amante madura me hizo el mejor regalo de cumpleaños, que visto como lo vivió ella, resultó ser un regalo también para ella.

Para los que no hayáis leído mis anteriores relatos, os describiré brevemente a los protagonistas de este nuevo.

Juani era mi vecina, una mujer de 48 años, andaluza, rubia, guapísima, de 1,60 aproximadamente, con un cuerpo muy bien proporcionado, delgada de preciosas piernas, culo redondo y unas tetas no demasiado grandes, pero tampoco pequeñas, que pese a su edad se conservaban perfectamente duras, con una ligera caída que no hacía sino mejorarlas.  Siempre vestía muy elegante y femenina, siempre con...

Más sueños hechos realidad

La agarré del pelo por la parte de la nuca y la besé con ansia, al tiempo que metía mi mano por el escote de la bata que llevaba puesta. Metí la mano por dentro del sujetador y le amasé la teta derecha por dentro, notando su piel caliente y suave, y enseguida su pezón reaccionó y se puso duro

Para los que no hayáis leído mi anterior relato, os describiré brevemente a los protagonistas de este nuevo.

Juani era mi vecina, una mujer de 48 años, andaluza, rubia, guapísima, de 1,60 aproximadamente, con un cuerpo muy bien proporcionado, delgada de preciosas piernas, culo redondo y unas tetas no demasiado grandes, pero tampoco pequeñas, que pese a su edad se conservaban perfectamente duras, con una ligera caída que no hacía sino mejorarlas.  Siempre vestía muy elegante y femenina, siempre con tac...