Pederasta

Tuve la mala suerte de tropezarme con un pederasta que estaba intentando mancillar a un niño.

EL PEDERASTA

No sé si seré capaz de expresar por medio de palabras la diferencia que hubo en el interior de mi mente entre el feliz, alegre y contento paseo mañanero, que había iniciado, en el iba jugando con mi perrita, haciendo tonterías al saberme solo y lo que al final aconteció, por la atroz visión que tuve que presenciar, sufrir y soportar.

Cuando ocurrió lo que narro, han pasado tres años desde aquello, tenía una perrita pastor vasca del Gorbea, color canela, que respondía al nombre...

Alberto, amor mio

Tengo la duda de si ponerlo en categoria gay, quiza para algunos no sea el sitio adecuado. Pero soy gay y deseo que los que son como yo puedan leer mis sentimientos.

ALBERTO

Lo único que veo del chalet de Alberto desde el asiento donde me ubico en el jardín, es la copa de un hermoso pruno joven, que asoma varias de sus crecientes y rojizas ramas por encima del alto lindero de verdes y recortados lylandis, que rodean su parcela.

Desde hace un tiempo coloco mi silla ortopédica a la sombra de un limonero, que crece cercano a la única esquina común de las dos parcelas y la oriento de manera que pueda contemplar, sentado allí, las rojizas y brillantes hoja...

Los primos franceses

Conozco por internet dos primos rubios que me gustan demasiado.

LOS PRIMOS FRANCESES

El sol a estas horas de la mañana, acabado de asomar, alarga sobre la arena de la playa las sombras de los edificios que circundan el Paseo del Muro y da brillos a capricho a la superficie del agua.

No hay bruma y la brisa mañanera ha arrastrado el polvo que pudiera flotar en el ambiente que ha quedado límpido, fresco, transparente y sin mácula, lo que permite ver a distancia y distinguir, allá a lo lejos, un barco carbonero que enfila hacia la entrada del puerto del M...

La sexualidad en la sociedad romana

Estábamos estudiando este tema Jorge y yo y terminamos practicándola.

LA SEXUALIDAD EN LA SOCIEDAD ROMANA

Jorge, un amigo del instituto, que aquella tarde, invitado por mí, había venido a estudiar a mi casa, me lo resumía con estas palabras.

  • El hecho sexual en los seres humanos no ha cambiado desde que los primeros de esta especie aparecieron en la tierra. Lo que ha variado, ha sido la manera de ver o juzgar su sexualidad.

La asignatura de historia, de la que teníamos un examen la semana siguiente, era a la que íbamos a dedicar nuestra atención. E...

Lazaro, el de Tormes

Me he atreviso a añadir una aventura gay en este maravillosos relato clásico de la literatura del Siglo de Oro. He intentado imitar la forma como se narraba en aquella época.

LÁZARO, EL DE TORMES

S abe vuestra merced, porque así os lo he referido para que lo transcribáis, que me han llamado siempre Lázaro, el de Tormes, porque mi madre, cuando lavaba ropa de ciertos mozos de caballo del comendador, en una aceña de dicho río, sintiendo los dolores del parto me parió allí mismo junto al de ese nombre, afluente del más grande Tajo, ayudada de varias comadres que efectuaban la misma labor.

Aunque mis verdaderos apellidos son los de González por mi padre, que e...

ARLOB____@hotmail.com

Este relato se ha repetido porque el primero aparecio por causas ajenas al autor con faltas en la escritura. Es la historia del amor no correspondido de un amigo.

ARL----  @ HOTMAIL.COM

Conecto el ordenador, busco en él la Web de todorelatos.com, y me dirijo directamente a la sección gay. Solía leer allí, hace tiempo, las historias que ponía la gente describiendo sus experiencias sexuales o lo que su mente calenturienta había inventado. Gozaba encendiéndome sexualmente con ellas, solían ayudar a mi cerebro a buscar situaciones similares y a dar fuerza a mi mano para masturbarme. Especialmente gozaba de los relatos de Tintín, un joven español, prometedor e...

En Houston

Es la continuación de Eduardo, mi amor. Lo he escrito y dedico a Pololeo que me suele reñir cunado algo mio no le gusta.

EN HOUSTON

Imitando a Cervantes, cuando se vio obligado a escribir la segunda parte del Quijote y la inició "Aunque segundas partes nunca fueron buenas. . . . ", voy a intentar continuar mi relato, en el que describí más el amor por Eduardo, que el temor de tener una terrible enfermedad en la sangre que circula por mi cuerpo.

Después del maravilloso, para ambos, encuentro de nuestros cuerpos, que se fundieron en uno, no por el sexo que practicamos, sino por el amor que nos concedimos, tras...

Eduardo, mi amor

Llegue a poder encontrarme con mi amor, fue de una manera que no la hubiera deseado. Esta dedicado además de a mi amor, a los lectores que les desilusioné con mi ultimo relato

EDUARDO, MI AMOR

Había notado preocupación en la cara de mi madre, cuando vestido de nuevo en el pequeño cuarto, especialmente reservado para desvestirse y guardar la ropa que había al lado de la consulta, salí para dirigirme a la mesa en la que el doctor, que me había auscultado y mi madre, también médico del mismo hospital, hablaban.

Noté interrumpían el tema de conversación, por el rostro de sorpresa que pusieron al verme acercar y comenzaron a hablar, simulando despreocupación, de cues...

Una palabra asquerosa

NO es una historia esta vez, son pensamientos del autor sobre la palabra maricon.

UNA PALABRA ASQUEROSA

Cuando aquel chico tenía seis años, en su casa le decían.

  • No salgas solo a la calle, puede que algún hombre te coja y haga daño.

El no entendía entonces, por qué algún hombre le iba a hacer daño. No había hecho nada malo a nadie, para que alguien pensara en hacérselo a él.

Veía, cuando paseaba por la ciudad junto a alguna persona de su familia, a muchos hombres que iban y venían por las aceras, en coche, en los tranvías y autobuses y les miraba, pensando...

La hoguera de San Juan

Dos adolescentes se encuentran celebrando un rito extraño en la ni¡oche mas corta del año junto a una hoguera.

LA HOGUERA DE SAN JUAN

Azucena abría la marcha, David se había quedado tras de ella por si necesitaba ayuda suplementaria en forma de empujones y sudorosa, jadeante y casi sin fuerzas alcanzó la cima del montículo. Hizo señas extendiendo su brazo derecho de que había visto un sitio donde parar y descansar un rato y para comprobar si su compañero había entendido perfectamente el gesto, volvió un poco la cabeza.

David había comprendido perfectamente la señal y estaba dispuesto a parar cua...