El pirata me enamoró (5: Caribenho)

Acaba la historia de los piratas.

VUELVE EL PIRATA PIERRE

Estaba diciéndole a mi amor mientras nos aseábamos y preparábamos para bajar al salón comedor y ataba un estrecho lazo negro de terciopelo a mi cuello.

- Cuanto me alegro estemos ya en casa. En camas extrañas no disfruto de nuestras cogidas como aquí, esta noche nos tenemos que desquitar.

Cuando Gastón, sin solicitar permiso para entrar, muy nervioso y alterado irrumpió en nuestra habitación, lleno de ira, y casi gritando comenzó a decir.

Pierre, ese c...

Boda extraña (2)

Continua la vida de los dos amigos.

BODA EXTRAÑA - segunda parte

Tenía escrita la segunda parte de Boda Extraña para enviarla a esta Web. Como decía el comentario de un lector, suelo tener tendencia a escribir relatos en los que la soledad y el amor no correspondido son mis actores principales. La segunda parte escrita seguía esos cánones.

Pero he recibido en mi correo una carta de un chico de México. Me dice ha leído mi relato Boda Extraña y encontrado similitud entre su vida y lo que describo. Me pide le aconseje en algo qu...

El puto

Cuenta como surgió algo más que comercio carnal entre un chapero o puto y yo y lo que me vi obligado a hacer.

EL PUTO

Hemos terminado satisfactoriamente lo que habíamos iniciado hace casi una hora. Nuestros cuerpos, después de haberse besado, abrazado, acariciado, lamido y follado, exhaustos y sudorosos después de la entrega mutua de nuestra hombría, porque nos hemos corrido a la vez, descansan extendidos y derrengados sobre la abierta y revuelta cama de mi habitación.

Hemos quedado, vaciados nuestros testículos, boca arriba, silenciosos, mirando al techo. Estoy aún jadeante porque el acto que aca...

Boda extraña

La historia de dos amigos desde la infancia.

BODA EXTRAÑA

Manolín y Eusebio vivían en el barrio de Recaldeberri de Bilbao. Se conocían y eran amigos desde la infancia, tenían idéntica edad y asistían juntos a la misma escuela. Manolín habitaba en el número uno de la calle D. Camilo Villabaso y Eusebio en el número tres. Las habitaciones interiores de sus portales se abrían al mismo patio vecinal, donde también daba el mío, aunque mi vivienda pertenecía al portal número uno de una vía perpendicular, que llevaba el nombre del pintor Goya.

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Bisbi

La vista de aquel chico me obnuvilo. Tuve despues la suerte que me aceptase.

BISBI

Son las doce de la mañana de un día soleado del final del invierno y aunque tengo al lado de casa una pradera, árboles, el estanque, los patos y las arboledas de rosas que empiezan a mostrar su capullos, del parque de Isabel la Católica, he preferido acercarme a las azules aguas del océano Atlántico que baña la orilla de la ciudad donde vivo.

El agua y el fuego, tan cambiantes, tan poderosos algunas veces y tan suaves y atrayentes otras, son lazos atávicos que han unido al hombr...

El pirata me enamoró (4: Caribenho, Visita a Ven)

Siguen las aventuras.

EN "VENEZUELA CHICA"

La primera noche que pasé en " Venezuela Chica" la hacienda de D. Pedro, tanto su hijo como yo, nos encontrábamos nerviosos y cansados después del recibimiento que fuimos objeto, nos acostamos muy tarde por la larga tertulia posterior a la cena, ocurrió al ir a dormir el suceso de la cristalera que transparentaba nuestras acciones sexuales y cortaba radicalmente mi intimidad, no permitiéndome librar mis expansiones sexuales, de forma que solo hicimos un simulacro de cogida,...

El pirata me enamoró (3: Vuelta a Maracaibo)

Siguen mis aventuras amorosas con Caribehno.

VUELTA A MARACAIBO

Visitar el mercadillo que se formaba en Tortuga a lo largo de los arenales, todas las mañanas en cuanto amanecía, protegido por la sombra de las palmeras, en el mismo borde del muelle donde descansaban amarrados los barcos recién llegados o prestos a marchar, junto a las pequeñas barcas, en las que los amantes del mar salían más a pasear que a pescar los atardeceres, era una delicia.

Allí se podía encontrar lo más exótico, extraño y bonito del mundo. Los collares, bro...

El pirata me enamoró (2: La despedida)

Continuan las aventuras con Carbenho tanto sexuales como aventureras.

LA DESPEDIDA

- CARIBENHO - 2

Recordareis que en la primera parte de este relato en el que cuento mi vida desde el momento en que vi la luz a orillas del Guadalquivir, hasta que reconozco, después de apresar al Nueva Aurora, en el terrible pirata Caribenho a mi querido y amado D. Gabriel Alejandro, terminó en el momento que una vez más gozamos sexualmente en su camarote y me anuncia durante nuestro placentero, desenfrenado y especial folleteo del reencuentro, que viviré siem...

Akelarre

Una fiesta sexual que iba a celebrase con un amigo se convirtió en una abacanal con los diablos.

AKELARRE

Estábamos en lo mejor de nuestro encuentro. Habían pasado las fases de acercamiento y saludos, unas ojeadas para el conocimiento de los desnudos cuerpos, subir al cerebro los suficientes pensamientos sexuales, guarros y excitantes, para calentar y enardecer y aumentar nuestros deseos sexuales e iniciábamos la fase de caricias, besos, sobeos y elevación y endurecimiento de nuestras vergas para lanzarnos a follar locamente, como dos gays jóvenes y sanos, que se ofrecen mutuamente el cuer...

El pirata me enamoró

Una aventura en el mar del Caribe en la época de los veleros, bergantines y piratas.

"CARIBEHNO"

Me llamo Valentín Pérez de Guzmán. Nací hace dieciséis años en una casucha del barrio de Triana de la ciudad de Sevilla y soy huérfano desde los siete, en que murió mi madre de un "cólico miserere". Desde entonces me las he arreglado para subsistir entre los vivos, aunque más de una vez pensé iba a acompañar pronto a los que abandonaban este mundo. A mi progenitor no lo llegué a conocer.

El río Guadalquivir, que atraviesa mi ciudad en la última etapa de su curso y es navegable...