Dominando a Mayte (II)
Continuación de mi encuentro con Mayte, la que se convirtió en la más puta de las esclavas imaginables.
Después del primer encuentro mi cabeza no paraba de darle vueltas al tema.
Me había tocado la lotería sin jugar, me decía, pues no todos los días se encuentra uno con una mujer como Mayte, un cuerpo de infarto, simpática y sumisa y puta en grado máximo.
Por mi trabajo y su situación familiar (os recuerdo que vivía con su madre y la cuidaba) había que plantear muy bien todos los pasos a dar. Yo los tenía claro.
Habían pasado cuatro días desde nuestro primer encuentro en los que mantuve vivo...