Mi cuñada a las 5 y 40
Mi hermano se va a trabajar de madrugada. el cuerpo apetecible de mi cuñada, solo y delicioso entre las sábanas, es demasiada tentación para un mortal como yo.
El reloj marcaba las cinco y cuarenta cuando escuché la puerta cerrarse. Como todos los días, mi hermano salía de madrugada al trabajo. Sin perdida de tiempo me levanté, vestido apenas con mis calcetines salí de mi habitación y atravesé la sala. Con una mano empujé levemente la puerta de su habitación, con la otra me acariciaba la verga erecta.
Sobre la cama y entre las sábanas resaltaba el cuerpo voluminoso de mi cuñada, con sus curvas perfectas y su piel canela. Boca abajo, dormía pesadamente,...