Tres preguntas 2
Iba dándole vueltas a cómo deshacer el malentendido que se había creado; tratando, al mismo tiempo, de mantener mi patético intento de actitud de póker.
Me despertó el timbre a eso de las 4 de la tarde del día siguiente; era Carlos en el telefonillo más que cabreado; le abrí la puerta y puse el café.
¿Dónde mierda te metiste? ¿Por qué no me cogías el móvil? – no me gritaba pero no le hacía falta, en la cara se le veía tal rabia que gritar sobraba.
Estaba dormida Ca… - no tenía ganas de calmarle, me dejé caer en la primera silla del comedor, todavía con sueño.
Ya... ¿y dónde mierda te metiste anoche? Porque con Silvia no estabas…. – a...