Una noche en el Juli I
Quizás todo empezó aquella noche...
Los dioses debían haber estado de juerga y ahora se meaban sobre Madrid. Era una noche de mierda. Para ser justos, la verdad es que había sido un día de mierda, uno de esos días en los que no deberías haberte levantado de la cama, pero lo hice y fui castigado.
Aquella mañana, preparé el desayuno mientras mis princesas dormían y cuando ya la cocina rezumaba ese olor a tostadas con mantequilla y mermelada y la fragancia inconfundible del café recién hecho, me dirigí hacia mi dormitorio donde Anna todaví...