AQUEL BAR DE LA CALLE NUEVE (Por Sandra Rosalía).

Ella se subió al escritorio, y separo las enormes moles de carne de sus muslos, mientras que el negro retiro las vastas pantaletas negras que cubrían sus nalgotas. Los enormes belfos del negro se pegaron ávidos a soplarla y chuparla como a una tuba enredada a su cuello. La cabeza de este se agitaba, y ella la sujetaba con ambas manos, dando tremendos bramidos…ahora si: Como toda una elefantita herida

En la ciudad de Tijuana, existió un lugar, conocido como el bar de la calle nueve. En este bar, tocaban artistas locales de gran calidad y algunos de fama internacional, como fue el caso del nativo de la ciudad: Javier Batiz (algunos lo consideran técnicamente mejor guitarrista que el mismo Carlos Santana); y otros artistas que sería muy largo de enumerar. Entre ellos, se presentaba un grupo afroamericano de la ciudad de San Diego, quienes interpretaban jazz, blues, y rock de la década de los  años 60’s cad...

Azotes y nalgadas, fantasias de violacion y amor b

Después de unos instantes, en mi imaginación observaba al repugnante individuo de nuevo arremetiendo sexualmente en contra mía, pero esta vez por mi culo, ahogándome entre gritos de placer y gran dolor. Si la resistencia de mi himen fue vencida dolorosamente, esta enorme y gruesa tranca estaba atorada a la mitad de mi culo, y yo lloraba a mares. Yo imaginaba que esto excitaba mayormente al hombre, hasta zambullir toda su enrome verga, eyaculando y saturando de leche caliente todo mi trasero.

Recuerdo aquella mañana cuando me encontraba camino a la escuela primaria, y de súbito escuche a doña Otilia gritar al momento de salir corriendo de una casa de adobe igual a la mía, y que era su hogar.

Doña Otilia era una mujer con un descomunal trasero, cubierto por unas grandes naguas sueltas que difícilmente lograban disimular los movimientos de los pistones de sus caderas, que a su vez eran sostenidas por las gruesas piernas blancas. Por enfrente, se enfatizaba un busto exorbitante pero muy par...

Renata, josefa, fernanda y el negro batman.

Renata y fernanda, dos bellisims mujeres swingers, con tedencias bisexuales, y fuertemente lesbicas la primera, reunen caracteristicas de ser grandes anfitrionas de reuniones en donde brindan espectaculares shows swxuales a los invitados. Un dia, se les une Fernanda, una mujer maltratada...

Renata y Josefa se conocieron a través de una fiesta de swingers a donde ambas asistieron en calidad de mujeres “singles”. Ambas eran divorciadas y desde luego que durante la noche fueron asediadas por parejas y los escasos hombres solos que la anfitriona permitía la entrada en cada fiesta. Ellas participaron con las parejas principalmente intercambiando con el hombre y la mujer, solo que Renata se concentró mas en las mujeres porque ella era mas tendiente al lesbianismo que a la bisexualidad.

De ahí...

Las nalgadas en mi vida sexual

Hasta que en una ocasión, con otro amante al que todavía veo, me propinó una sesión de nalgadas que iniciaron suavemente, mientras me cogía de "perrito", y me preguntaba si me gustaba la verga, y yo le respondía a gritos que SI, que me encantaba, y que además era su putita...y el me daba mas fuerte...y yo chillaba de placer, y me zambullía su enorme verga, sacándola y metiéndola, y enterrándomela finalmente por mi apretado culo, y yo lloriqueando le pedía perdón...pero el me nalgueaba mas fuerte...yo gritaba ensordecedoramente...

"Durante años pensé que era rara, extraña, que algo malo pasaba conmigo..."

Pensaba que el deseo de tener relaciones sexuales con otro hombre o mujer, me hacían una persona perversa y amoral, sin derechos de verme a mi misma en el espejo.

Durante años, sufrí el peor castigo: aquel que se refiere a un ataque de lo que llegas a creer que es tu propia conciencia, y que solo resulta ser la conciencia de los demás, quienes te imponen su forma de pensar durante tu vida.

Entre muchas cosas que ll...

Malena.

Al arribar mis ojos con sus prominentes nalgas, un incendio voraz se apoderó de mi vientre y mi vagina se humedeció, en ese instante, ella pareció detectar el estruendo de mí mirada, y contrajo sus glúteos como si una fuerza invisible los hubiesen tocado electrizantes y volteó instintivamente a ver a la concurrencia detrás. Sus refulgentes pestañas batieron la atmósfera angelicalmente, y su pequeña boca pulposa teñida en rojo pasión estaba entreabierta como enviando un beso al aire.

MALENA

Cubre la maleza el fuego eterno…

Salta la belleza y el amor completo.

No se ocupa nada para amar,

Solo darnos sin importar.

Azótame, poséeme, arráncame la vida

Condúceme a la dulce acometida

Hazme tuya hasta la demencia atroz

Hasta evaporarme y permanecer dormida.

En el salón de baile, nos encontrábamos en el guardarropa, el vapor humano emanaba de una de las partes en donde los danzantes se agitaban al ritmo estrepitoso de la música. La larga col...

Miradas copulativas.

“Se sabía que eran amantes por la simple mirada… ella se mordía el labio inferior mientras a lo lejos lo veía, y el aspiraba aire profundamente, quizá esperando un momento de soledad para arrinconarla y hacerla suya”.

MIRADAS COPULATIVAS.

(Prosa poética de Sandra Rosalía).

“Se sabía que eran amantes por la simple mirada… ella se mordía el labio inferior mientras a lo lejos lo veía, y el aspiraba aire profundamente, quizá esperando un momento de soledad para arrinconarla y hacerla suya”.

Había una posesión brutal, apenas perceptible a los ojos profanos de los asistentes a la fiesta: Sutiles muecas de boca, dialecto de nariz, serpentear de lengua, la frente fruncida y relajada, sudor, lágrimas, retorcer...

En el super mercado

Yacía en mi cama con las sabanas ahogadas de transpiración, las piernas separadas tras múltiples orgasmos…en penoso suplicio de quien bebe tratando de mitigar la sed sin lograrlo, por la angustiosa sensación de una carencia inexplicable. Retiro el vibrador alojado dentro de mí, crepitando viscoso al salir. El clítoris se encuentra tan sensible, que responde aun al paso del aire del ventilador, provocándome pequeños y agitados espasmos.

EN  EL  SÚPER MERCADO.

Oprimía mi espíritu el recuerdo atormentador de mi excelso amante…aquel ser único que emergía angelical de la masa amorfa rutinaria y estéril de quienes proliferan como pasto silvestre de las llanuras, marchitándose al calor hirviente del verano…pasto que ni para alimento.

Ferozmente mi ser lo necesitaba para vivir, atormentándome la soledad y la insulsez dejada por otros…

Yacía en mi cama con las sabanas ahogadas de transpiración, las piernas separadas tras múltiple...

Mi amante yago

Descorre la tinta de su mano, un soplo de erotismo terso... Preámbulo de viento atormentado... Presagio pasional y desmedido… Sentimiento impropio del amorfo… Sentimiento inexistente en el profano... Conocí a Yolanda, una dama sensual y bella, soberbia mujer de singular inteligencia. Excelente pintora radicada en Nueva York. Nos hicimos amigas íntimas, debido a determinadas circunstancias, durante una exhibición. Cierta tarde, sentadas a la orilla de una alberca en Beverly Hills California, ella permanecía meditabunda y durante segundos, quizá vislumbré un gesto doloroso en su bello rostro. Ante mi interrogante, se desahogó mediante una catarsis psicológica, narrándome entrecortadamente por la turbación del momento, la tormentosa relación que sostuvo con un hombre que conoció en un momento de su vida, la cual duró varios años. He aquí el relato de aquellos hechos:

MI  AMANTE  YAGO.

Descorre la tinta de su mano, un soplo de erotismo terso...

Preámbulo de viento atormentado...

Presagio  pasional y desmedido…

Sentimiento impropio del amorfo…

Sentimiento inexistente en el  profano...

Conocí a Yolanda, una dama sensual y bella, soberbia mujer de singular inteligencia. Excelente pintora radicada en Nueva York. Nos hicimos amigas íntimas, debido a determinadas circunstancias, durante una exhibición.

Cierta ta...

Juana, Susana, y los mellizos

Cierta tarde, al pardeo del ocaso del sol, ante la anunciada llegada tarde del esposo, ausente por sus turbios negocios, Juana invitó a los mellizos a casa; entre una lucha encarnizada de pensamientos en choque. Estos fueron al departamento. Ella los recibió relumbrante, colmada la belleza en minifalda, medias y liguero. Coqueta, manifestaba las dulces nalgas envueltas en diáfana tela como suave bruma. Empinándose intencionadamente, mirada tan voluptuosa, provocaban el tacto, el beso, y el olisqueo. Los mellizos, atiborrados de excelsa incitación; deseaban mordisquear pedazos de aquella celestial belleza.

JUANA, SUSANA, Y LOS MELLIZOS.

Juana se encontraba en el umbral de un giro apasionado en su vida sexual. Madura al esplendor masivo de unas consistentes nalgas, en años de lucha de sentimientos encontrados; añorando revolcones fortuitos con extraños; sintiendo múltiples manos y dedos despojándola de sus cubrientes pétalos sensuales. De tal manera fluía su existencia.

Resguardada en su masturbante imaginación, emergía víctima, posesa contra su voluntad; mitigando con ello, mendrugos al...

El autobus

Mientras tanto, aquel ser emergido entre la amenazante tormenta y la densa oscuridad, me arrastró suavemente hasta el último rincón del camión, sin un solo intento de resistencia por parte mía. En dicho rincón, distante de los ojos y oídos de los pasajeros, y al cobijo de la inmensa oscuridad, continuó con las caricias mas atrevidas.

EL AUTOBUS.

(PARTE I)

Esa fatídica tarde, antes del ataque de la tormenta a bordo del autobús; yo estuve en una pequeña fiesta de fin de cursos, organizada entre todas mis compañeras de la universidad. Bailé feliz, comiendo y platicando mil cosas de jóvenes.

Durante la fiesta, yo portaba una minifalda con soltura y gracia natural. Ahora recuerdo, como se me veía la faldita mezclada con inocencia juvenil y mi gran deseo de ser mujer.

Esa fue la primera vez que caminé con una mini...