PAMELA, EL MASTIN Y JIM. (parte 3).
Esa noche, Jim soñó que finalmente se cogía a Pamela, subiéndola sobre su parada verga. En su sueño, el hombre se encontraba a punto de eyacular de nuevo, cuando observó que el animal, se montaba detrás de la mujer, y la ensartaba violentamente; haciéndola aullar de placer, disfrutando ella, de tan inusual sándwich, entre su can, y el hombre
Después de una semana de haber ido con el psicoanalista, Jim había decidido cambiarse a otro departamento que se encontraba en renta, por el mismo vecindario en el que ahora vivía, pero por sanidad mental (como el mismo decía), más alejado del departamento de Pamela. Jim, temía a la mujer, debido a los intensos dramas sexuales, que había observado entre ella y su enorme perro; pero principalmente, por las fuertes emociones despertadas en el mismo, que incluso, a la fecha, no había identificado de manera cla...