¿Como se comió el lobo a caperucita?
Mi visita al pueblo de mis abuelos no resulta ser como yo me lo había imaginado.
- ¿Lo tienes todo? -preguntó mi padre metiendo mi maleta dentro del coche.
- Si.
- ¿Seguro?
Rodee los ojos.
- ¡Por dios, papá! Que nos vamos a ver a los abuelos al pueblo. No creo que necesite mucha cosa más.
- Eso dices siempre y al final cuando llegamos a los sitios me das el sermón de que se te ha olvidado algo.
- Bueno… pues esta vez no es así, ¿vale?
Mi padre me miró inquisitivamente, pero...