Follada por un extraño en el baño de la disco

Os relataré como una noche de fiesta puede terminar con mi salvajemente, con mis orificios penetrados y palpitantes y mi rostro cubierto de exquisito semen tibio y viscoso.

Desde pequeña siempre he sido una niñita pervertida. Desde que descubrí el sexo me fascinó el poder que tiene sobre las personas, la forma como la voluntad se doblega ante el deseo. Solamente los espíritus más elevados pueden resistirse al instinto de abandonarse al placer, y por ello, casi cualquier cosa que sucede a nuestro alrededor lleve implícita una connotación sexual que la define y que la condiciona.

Me fascina ver a un hombre sucumbir al deseo. Terminan siendo marionetas indefensas; y lo mejo...