Pasantía ad honórem
Durante mi primera experiencia de pasantía me convertí en la putita de mi jefe, y terminé gozando como cerdita con dos hombres al mismo tiempo.
Los edificios me dan muchísimo vértigo cuando los miro de cerca, incluso cuando era niña me preguntaba qué diantres había adentro de esos rascacielos para que me causaran ese mareo. Pero molestias aparte, estaba bastante emocionada porque ese día comenzaría mi pasantía en una empresa privada del sector de combustibles. Así que enfundada en una falda tubo negra, una pulcra blusa blanca, ceñida, y dolorosos zapatos de tacón, avancé entre ese montón de hombres trajeados para llegar a la entrada del edificio, a...