El suegro y la nuera, ¡qué cosas!

Pobre hombre. Que poca comprensión tienen con él a su edad.

Llegué al asilo porque mi hijo, el muy capullo, se empeñó en ingresarme. Soy un buen hombre, aunque un poco viejo verde y creo que la culpa de todo la tuvo la zorra de mi nuera.

Al quedar viudo me fui a vivir con ellos. Les ayudé a cuidar y criar a los niños y después me han hecho esto. Todo empezó porque después de llevar un tiempo con ellos, comencé a añorar el sexo, y eso que creía que en mi se había acabado el deseo. Fue por convivir con mi nuera. La veía ir y venir por la casa, vestida de u...

Hyde sex (2) y poema

Absténganse de hacerlo en su familia señores, por mucho que les apetezca, porque estas cosas suelen acabar mal.

  • ¡Calla zorra! –exclamé, sorprendiéndome de que de mi boca saliese algo así.

Noté mi polla henchida bajo el pantalón. Una fuerza descomunal me acompañaba. ¿Cómo si no un tipejo como yo iba a arrastrar como si se tratase de una pluma a aquella vaca gorda, con dos palmos de altura más que yo? Llegamos hasta el dormitorio de Sara y no me fue difícil echar boca abajo a Rita sobre la cama. En principio no sé porqué elegí esa postura. Ante su resistencia le subí la falda dejándole el trasero al aire,...

Hyde Sex (1)

Esto es tan sólo un relato, a quien se le ocurriese hacer algo semejante a lo descrito simplemente le llamaría mala bestia. Sólo una mente adulta comprende este tipo de fantasías y el porqué han de ser inocuas.

Tenía miedo la mañana de la boda; la policía podía llegar en cualquier momento y detenerme para interrogarme sobre una posible violación.

Todos los preparativos de la boda me tenían en un estado de ansiedad terrible, los nervios me atenazaban. Sara, mi novia, lo llevaba algo mejor, era más fresca y liberal. Lo que me pasaba a mí es que tanta educación de procedencia eclesiástica había creado en mí una serie de prejuicios y sentimientos reprimidos que creía insalvables. Lo sorprendente es que mi n...

Interesantes relatos inacabados

Es una serie de proyectos que no fueron pero que tienen mucho de sugerente. Se leen, se disfrutan, se comentan y todo el que quiera puede darles continuación.

Espero que los lectores que acudan a encontrar historias redondas y completas con las que hacerse una paja, sepan disculpar este ejercicio literario. A continuación presento una serie de textos que versan sobre lo erótico pero que por una u otra razón dejé inacabados. Intentaré además hacer un pequeño comentario sobre lo que pretendía ir su argumento:

  1. ANO (Ángela Necesita Orgasmar).

*Comprenderán que mantenga mi nombre y el de mi querida familia en el anonimato, pues los hechos son tan ve...

Divorcio caliente

Esta mujer se quiere divorciar, aunque puede que el precio que pague por ello sea caro.

Quedé petrificada cuando escuché a mi marido las palabras que dirigió a aquellos dos hombres. El efecto que causó en Álvaro mi petición de divorcio fue brutal, según comprobé. Jamás lo tuve por un hombre vengativo ni violento y su actitud era para mí totalmente novedosa. Siempre había sido razonable y según le expuse los motivos que me llevaron a decidir divorciarme de él pensé que lo comprendería, pero cómo después pude ver un hombre es un hombre para cierto tipo de cosas. Me quejé del poco tiempo qu...

La húmeda noche de klaus, el vampiro polaco

Klaus, el vampiro, deambula por la nocturna Varsovia, en busca del placer.

LA HÚMEDA NOCHE DE KLAUS, EL VAMPIRO POLACO.

Klaus había salido de Varsovia hacía años, justo antes de la ocupación nazi. Su esposa, Eleonora le acompañaba, como cosa cotidiana desde nueve siglos atrás. Ambos eran vampiros de costumbres serenas, más por el espíritu generoso y compasivo de él, al contrario que ella, una furiosa hembra con ráfagas sedientas de violencia, sangre y sexo. Klaus la soportaba porque sabía que sería prácticamente imposible deshacerse de ella, aunque tenía un fuerte asce...

Adelaida y mi imaginación (2)

Adelaida acepta entrar en un juego. Ambos estamos muy nerviosos ante esa expectativa.

II Parte: Buscando afortunados.

Tras el paseo nos dimos cuenta de que estábamos muy lejos de casa, por lo que dije a mi suegra que era mejor regresar en taxi.

Montamos en uno y dijimos al conductor que nos llevase al Barrio de Montalbán, que era en el que residíamos. Adelaida y yo íbamos silenciosos y pensativos, quizá excitados por nuestros planes. El taxista nos anunció que tendríamos que dar un rodeo evitando una zona cortada por obras de la ciudad, por lo que el servicio sería un poco l...

Sexo de la clase media (5)

Nunca pensé que experimentara deseo con una mujer que casi podría ser mi madre.

PARTE V: ¿Y por qué no?

Carlota soltó un par de suspiros y se acomodó aún más en el asiento. Nos encontrábamos bien, tan bien que decidí acariciar, o más bien masajear sus tobillos, cosa de la que no habíamos hablado, pero ella ni se inmutó cuando sintió mis manos, todo lo contrario, se halló confortada. Suspiró otra vez y ese suspiro me sonó a los gemidos de Águeda cuando la penetraba con la verga. Me dije a mí mismo que era imposible que Carlota se hallara excitada, pero ¿y si me atrevía a aca...

Sexo de la clase media (3)

Estos son mis amigos. Lo que sé de ellos es muy fuerte, ¿pero será verdad lo que me contó Águeda?

PARTE III: Sobre Juana y Ferrer.

Volveré al camping y a ese verano más tarde, pero antes me gustaría hablar de lo que hasta entonces sabía de nuestros amigos, aunque muchas veces me preguntara, como ya dije, qué tipo de relación sexual mantenían y de la que al fin y al cabo yo sospechaba que había de parecerse a la nuestra.

De Juana sabía bastante a través de lo que de ella me había contado Águeda a lo largo de los años, pues como amigas desde la infancia que eran, sabían mucho la una de la...

Sexo de la clase media (4)

Ahora vamos al camping. Mi estancia desde luego no va a ser monótona en cuestiones de sexo.

PARTE IV: Ya en el camping.

En el camping el sexo entre Águeda y yo podía ser en ocasiones muy placentero. Tener a Juana y a Ferrer cerca causaba una sensación curiosa, pues como conté eran parte de nuestras fantasías en los últimos meses. Pero se trataba de un juego.

El periodo vacacional iba a comenzar curiosamente, si fuera poco lo que paso con lo de tocarnos la lotería. La segunda noche de camping me tocó a mí una lotería muy especial. El complejo de acampada en el que nos encontrábamo...