Sexo exhibicionista en el teatro

Hay una fantasía que siempre me ha dado vueltas por la cabeza, desde que comencé en el mundo del BDSM. Me imagino dando una clase de Dominación/sumisión, para un grupo de mujeres de mediana edad, que observan y comentan lo que les pasa por la cabeza.

Sexo exhibicionista en el teatro

Hay una fantasía que siempre me ha dado vueltas por la cabeza, desde que comencé en el mundo del BDSM. Me imagino dando una clase de Dominación/sumisión, para un grupo de mujeres de mediana edad, que observan y comentan lo que les pasa por la cabeza.

Me imagino una sala pequeña, una especie de teatro pequeñito con un pequeño escenario en medio, de apenas 4x4 metros. Las 50 sillas estarían colocadas alrededor del escenario, y justo en el centro, un puf, lo sufi...

Masturbando al Profesor en el Restaurant

Un relato real con mi sumisa Lorena.

Masturbando al Profesor en el Restaurant

Ese día volvía Lorena de sus vacaciones, y había quedado para comer en nuestro restaurant con su mami. Quería pasar un buen momento con su madre, y comer donde siempre comemos ella y yo.

Cabe decir que la mamá de Lorena no sabe de mi existencia, y que ella cree que su niñita de 25 añitos 'tontea' con chicos de su edad.

Como siempre, a mí se me ocurrió una maldad más, ir al restaurant y probar a Lorena. Reservé mesa, y llegué 10 minutos antes que...

Mi vecinita Voyeur (III)

Una pequeña trilogía bastante sexual. Mi vecinita de 20 años descubre el BDSM.

Mi vecinita Voyeur (III)

Después de mis dos sesiones de sumisión, mi vecinita Voyeur ya no podía mirarme igual. Cada vez que llegaba a casa, la descubría mirándome, espiando a ver si con un poco de suerte podía ver algo más. Yo la había obsequiado con alguna masturbación, pero era obvio que aquella chiquilla moría de ganas por ser follada, penetrada y sodomizada. Necesitaba un profesor que la enseñara, que la guiara a través del mundo del sado.

Me causaba un cierto respeto,...

Mi vecinita Voyeur (II)

Una pequeña trilogía bastante sexual. Mi vecinita de 20 años descubre el BDSM.

Mi vecinita Voyeur (II)

Tras la primera sesión de Voyerismo con mi vecinita, había notado que su manera de mirarme era completamente distinta. Aquella chiquilla de 20 años me había visto en acción, sodomizando, azotando, y masturbando a mi sumisa. Me había visto agarrar la cabeza de mi protegida y obligarla a chupar mi polla. Su mirada cuando se cruzaba con la mía era completamente distinta. Se ponía nerviosa y se excitaba, podía notarlo en sus ojos.

Aquel día, cuando me crucé en el parque co...

Mi vecinita Voyeur (I)

Una pequeña trilogía bastante sexual. Mi vecinita de 20 años descubre el BDSM.

Mi vecinita Voyeur (I)

Siempre me ha gustado mi vecinita, me da mucho morbo. Apenas ronda los 20 añitos y tiene cara de buena niña, de esas que nunca han roto un plato, y de las que se asustaría si supiera a que se dedica su vecino. Cuando nos cruzamos en la calle, no pasamos nunca de un simple saludo y una sonrisa, pero siempre me quedo con la sensación de que ella me mira con curiosidad, como si pensara cosas raras de mí.

Ella vive en la casa de enfrente, con sus papaítos, y la ventana de s...

La alumna y el profesor. A subir nota.

Eran las últimas semanas de universidad y este semestre no había sido el mejor para mi, tenía una materia en la que mis notas no daban para pasar y me tenían demasiado preocupada. Debía presentar un último examen para pasar o debía quedarme un semestre más.

La alumna y el profesor. A subir nota.

Eran las últimas semanas de universidad y este semestre no había sido el mejor para mi, tenía una materia en la que mis notas no daban para pasar y me tenían demasiado preocupada. Debía presentar un último examen para pasar o debía quedarme un semestre más.

  • "Sophie, necesito hablar sobre tu examen." - dijo mi profesor con una mirada algo malvada.

  • "Pasa algo malo, Profesor Domine?" - dije algo angustiada.

  • "Te das cuenta que vas a perder...

Amo, Sumisa y Voyeur. Un trio diferente.

Después de dar un par de vueltas al tema, se me ocurrió una solución, bastante nueva para mí en ese momento, la de ofrecerle la posibilidad de ver una sesión en directo, con mi sumisa. Ella, muy lejos de negarse como pensé que haría, aceptó y me pidió que le avisara cuando fuéramos a hacer la siguie

Amo, Sumisa y Voyeur. Un trio diferente.

Parecía un email normal y corriente, como otros que ya había recibido antes. Era una mujer, de mediana edad, que quería saber cómo iba esto de la sumisión. Había leído alguna página web por internet, y había buscado información al respecto, pero necesitaba encontrar cómo entrar en este mundo que le atraía.

Tras una serie de emails entre los dos, hablando del tema, vi que ella tenía un poco de miedo, y que no acababa de atreverse a tener una sesión a solas...

Spanking. Castigada y azotada.

Había sido mala. Tras discutir con su amo por una nimiedad, su amo se había enfadado y con razón. Sabía que había sido mala, y ahora recibiría su castigo. Y allí estaba ella, atada de manos y los pies, y completamente desnuda, a 4 patitas, encima de un puf. Su amo iba a azotarla.

Spanking. Castigada y azotada.

Había sido mala. Tras discutir con su amo por una nimiedad, su amo se había enfadado y con razón. Sabía que había sido mala, y ahora recibiría su castigo. Y allí estaba ella, atada de manos y los pies, y completamente desnuda, a 4 patitas, encima de un puf. Su amo iba a azotarla. Ella no podía hablar, pues él le había amordazado para que no dijera nada.

Él le hablaba con esa voz cálida y grave, de manera pausada pero segura, le explicaba el porqué le iba a cast...

Castigada, al despacho del director.

-Jessica, ¿qué voy a hacer contigo? Ella, altanera, le miró como si fuese toda inocencia. Él apoyado en el escritorio intentaba aparentar enfado. -¿Darme las gracias? Sabes que solo he actuado como excusa para poder verte.-le espetó con una sonrisa picarona.

Castigada, al despacho del director.

Era la séptima vez que Jessica terminaba en el despacho del director. Había abofeteado a una compañera por un comentario despectivo que le había dirigido anteriormente.

-Jessica, ¿qué voy a hacer contigo?

Ella, altanera, le miró como si fuese toda inocencia. Él apoyado en el escritorio intentaba aparentar enfado.

-¿Darme las gracias? Sabes que solo he actuado como excusa para poder verte.-le espetó con una sonrisa picarona.

Hizo el aspav...

Belén, mi primera perversión.

Por aquel entonces me había aparecido un contrato de trabajo en su ciudad, en su país bañado por las aguas del Caribe. La verdad es que el contrato era bastante bueno, con un muy buen sueldo, y gastos pagados. Una habitación en un hotel de lujo, de los mejores de la ciudad, y fuera del alcance de la

Belén, mi primera perversión.

Se llamaba Belén, era una chica jovial, alegre, de unos 24 años, con curvas, muy sensual, y con una maravillosa delantera. Se la veía muy cálida, muy mimosa, muy caribeña. Morenita de piel, y con un pelo oscuro, tenía una cara preciosa y un cuerpo para el peligro. Pero todo esto yo no lo sabía, pues no la había visto nunca. Todo esto lo sabría después, después de nuestra primera cita.

Por aquel entonces me había aparecido un contrato de trabajo en su ciudad, en...