Los hombres de mi vida (1)

Ana es una jovencita dispuesta a cualquier cosa por aprobar sus asignaturas.

Recuperando asignaturas

Levanto la vista hacía él, que me observa y afirma con la cabeza, mientras estoy arrodillada frente a su sexo erecto que sujeto en mi mano. Mis labios están a escasos centímetros, nuestros ojos se cruzan y en los suyos veo el deseo, ese deseo que le ha llevado hasta mí, que le ha hecho creer que él tiene la sartén por el mango, cuando en realidad es al revés. Acercó mi lengua sin perder de vista sus ojos, él suspira, y yo lamo el glande. Sus manos se enredan en mi pelo y me o...

Las aventuras de Adela IV

En la habitación del hotel donde le ha citado, el misterioso amante tiene una nueva sorpresa para Adela.

SOMOS TRES

Eran las nueve en punto, cuando llamé a la puerta de la habitación 101. Estaba ya excitada de pensar lo que pasaría allí dentro, me había puesto un vestido superajustado e iba sin ropa interior como mi misterioso amante me había indicado días antes que debía vestirme.

La puerta se abrió, pero no pude ver a nada ni nadie porque la habitación estaba completamente a oscuras.

-          Entra preciosa – me dijo la conocida voz de mi amante.

Entré y la puerta se cerró tras...

Las Aventuras de Adela 3

Por fin el esperado encuentro con su misterioso amante, pero ¿podrá verle la cara?¿sabrá por fin, quien es?

A oscuras

Traté de forcejear hasta que oí su voz diciéndome:

-

Tranquila, soy yo.

Enseguida le reconocí, era mi amante vouyer. Con sólo oir su voz empecé a sentirme excitada.

-

Me has pegado un susto de infarto – le dije cuando apartó su mano de mi boca.

Intenté darme la vuelta para verle la cara pero él no me dejó.

-

No señorita, recuerda que soy yo quien manda. Ahora voy a follarte, pero antes quiero ponerte esto – dijo, poniéndome un p...

Las Aventuras de Adela 2

La mañana empieza caliente y llena de deseo gracias a la llamada de su misterioso amante vouyer.

De buena mañana

Estuve mirando la televisión hasta altas horas de la madrugada, esperando sobre todo la llamada de mi misterioso amante pero no hubo suerte, así que sobre las dos me fui a dormir. Me desnudé por completo y así, desnuda me tumbé en la cama.

Por un segundo pensé en acariciarme, darme placer, pues seguía excitada y con ganas de terminar lo que había empezado con mi nuevo y misterioso amante, pero recordando sus palabras de que era él quien decidía como y cuando, no pude hacer na...

Las aventuras de Adela 1

Una tarde calurosa, el aire que entra por la ventana, la excitación y la excitante llamada de un misterioso amante la ponen a mil.

TARDE DE CALOR

Era una tarde calurosa, demasiado calurosa, y a pesar de que llevaba un ligero vestido de gasa el sudor recorría mi piel descendiendo por mis curvas. Sólo frente a la ventana del salón que daba al patio interior del bloque entraba algo de aire y para colmo, el aparato de aire acondicionado se me había estropeado. Estaba cansada y no se me ocurrió otra cosa más que sentarme frente a la ventana abierta y disfrutar del aire fresco que entraba. Apoyé las piernas en el alféizar de la ven...

Seré tu esclava sexual

Un encuentro casual acaba en una sorpresa excitante.

SERÉ TU ESCLAVA SEXUAL

Su voz sonaba lejana, triste y apagada, ya no estaba allí conmigo, estaba segura. Y de pronto, sentí como si me estuviera despertando, pero al abrir los ojos todo estaba oscuro, negro, no veía nada. Aún así sentía que estaba desnuda. Desnuda y atada, inmóvil encima de una especie de caballete, boca abajo con las manos y los pies atados a lo que supuse eran las patas, no se oía nada. Traté de mirar al frente, pero nada, todo estaba oscuro, completamente negro.

  • ¿Ya t...

Pecar contigo

te besé mordiendo tus labios, chupándolos, mientras me colocaba sobre ti. Guié tu erecto falo hasta mi húmeda vagina y...

PECAR CONTIGO

Con sólo recordar ese momento mi sexo palpita deseándote.

Acababa de llegar a casa y estaba cansada, me quité toda la ropa, mi intención era sorprenderte desnuda y tapada sólo con el delantal, por eso me quité toda la ropa y me dejé solo los tacones, y entonces, me eché sobre la cama, estaba agotada y pensé que un pequeño descanso no me haría ningún mal. Cinco minutos pensé, sólo cinco minutos escuchando el silencio, pero precisamente por aquel silencio que inundaba la habitac...

Maldita zorra

Un deseo, una ilusión, un apasionado momento y al final...

MALDITA ZORRA

Sus manos masajean mis nalgas, las abren, las aprietan y me excita haciéndome sentir uno de sus dedos entrando por mi ano. No puedo creerme que haya llegado hasta aquí, hace sólo un par de horas que conocí a Nico, y desde la primera vez que lo vi desee que me poseyera y me hiciera suya, aunque mis dudas tenía de que pudiéramos llegar hasta aquí. Sus manos se deslizan ahora hasta mis caderas y parece que quiera ir más lejos pero yo no lo dejo, detengo sus manos en ese punto y le dig...

Ella

Sigo besando su columna vertebral, ahora de arriba a abajo, y cuando llego a su culo, acaricio ambas nalgas, las beso y muerdo con lentitud, mientras ella sigue ronroneando

ELLA

La pongo en cuatro, acaricio su columna vertebral de arriba a abajo, la beso luego de abajo a arriba; ella ronronea como una gatita en celo. Su piel suave, sus curvas endiabladas, su voz dulce me envuelven junto al deseo que siento por ella. Y es algo extraño, porque son pocas las veces que deseo a las mujeres con las que me acuesto, aunque el hecho de que ella sea joven y hermosa ayuda a que la desee.

Sigo besando su columna vertebral, ahora de arriba a abajo, y cuando llego a su...

El amante misterioso (6 y último)

Por fin, Alma descubrirá quien es su misterioso amante, descubrelo tú con ella...

EL AMANTE MISTERIOSO (6 y último)

(Sexto capitulo. Para leer el anterior y saber de que va la historia debes ir a: http://www.todorelatos.com/relato/61278/ )

Cuando el policía estuvo a su altura, bajó de la moto y se acercó a Alma. Llevaba el casco puesto, así que Alma no podía verle la cara.

  • Buenas tardes, señorita – le dijo – Veo que lleva una luz estropeada.

Alma se extrañó:

  • No puede ser esta mañana funcionaban todas perfectamente – alegó.

  • Pues ahora...