La ciber violación

Alfonso no aguantó más la sosísima vida sexual que le envolvía y decidió pornerle remedio. Sabía que romina era una caja de sorpresas infravalorada y se decidió a demostrarle su valía, aunque tuviera que ser por las malas.

-Hoy se va a enterar de lo que vale un peine…

Alfonso no aguantaba más la sosísima vida sexual que tenía en casa y había tomado una decisión que podía desembocar en una final inesperado y, probablemente, desagradable. Pero le dio igual. Iba a hacer algo que a él le apetecía mucho, que a Romina no le iba a hacer nada de gracia y que, por lo tanto, aseguraba, como mínimo, una buena bronca y, aun siendo consciente de ello, estaba decidido a hacerlo.

-Tanta tontería ya con que se folla solo de esta...

El trío que organiza ella

De escuchar tanto cómo podría ser, quiso probarlo. Lo que no se esperaba es que fuera aún mejor de lo que hubiera podido imaginar.

-Oscar viene esta noche a cenar y a follar con nosotros.

Me quedé inmóvil y fui incapaz de reaccionar ni de articular palabra alguna. Vale que aquel era un tema del que ya habíamos hablado antes, sí, pero nunca pensé que se fuera a iniciar así.

Siempre había fantaseado con eso de ver a otro tío follándose a mi mujer, solía ser una fantasía bastante recurrente durante nuestras relaciones sexuales. Mientras buceaba entre sus piernas y le hacía, la que llaman, “la mirada del cocodrilo”, la imaginab...

Polvo de despedida, polvo de bienvenida

De cómo un hombre sensato dice adios al matrimonio y hola a la soltería...

-Te recojo a las nueve, ya le he metido la bola a mi mujer.

Hacía tiempo que quedaba con Tamara a espaldas de Sandra. Era una amiga que había conocido recientemente y con la que podía desnudar mi alma hasta los límites más insospechados. A ella podía contarle las cosas que no era capaz de decirle, ni a mi mujer, ni a mis más íntimos amigos. ¿Me gustaba? Sí ¿Me había liado con ella? No. Por mucho que mi imaginación pudiera hilvanar escenas sexuales juntos, mi conciencia y mi sentido de la responsabilid...

Lío en la floristería

Ana iba a ser la modelo de una sesión de fotos bastante atrevida para un amigo y necesitaba que Isa vigilara el exterior de la tienda. Pero no se esperaba que Isa tomara la voz cantante con el tino que lo hizo ni que las cosas llegaran a donde llegaron.

-Tengo que pedirte un favor, pero es algo delicado y no sé cómo decírtelo.

-Lo que sea, Ana. Sabes que no tienes que tener reparo ninguno conmigo.

-Ya, pero es que es algo que no sé qué te va a parecer. Te va a sonar a disparate…

Isa no volvió a abrir la boca pero se lo dijo todo con la mirada. No hacía falta que remoloneara más, llevaban trabajando más de cinco años juntas en la floristería y se conocían bastante bien. O eso creía Isa hasta que Ana, por fin, le explicó cuál era el favor q...

Follábamos poco (IV) - Oscar

(Muy recomendable leer las tres historias anteriores para disfrutar de esta). Merche y Oscar acuden a una cena en casa de Marta y, esa noche, se resuelve el problema del sexo conyugal durante una inesperada experiencia sexual tan increíble como inolvidable.

Mi vida sexual era lamentable. Después de cinco años casado con Merche, la rutina había degenerado tanto mi deseo que las circunstancias habituales habían perdido todo su morbo. Ya no me excitaba hacerlo con la luz encendida, por ejemplo. Molaba, sí, porque siempre mola y más en mi casa que tenemos un espectacular espejo en el dormitorio, pero no era lo mismo que al principio de nuestra relación. Y, a eso, había que sumarle que, para llegar a un polvo con la luz encendida, hacía mucho tiempo que el punto de...

¿Me prestas a tu mujer? (Candela, capítulo I)

Lucía le pide a su mejor amigo que le permita urdir un plan cuyo objetivo es llevarse a su mujer a la cama con su marido. Todo lo que pasa después, empieza a no tener ni pies ni cabeza. Hasta que los tiene...

-¡¿Cómo que si te presto a Candela?! ¡¿Pero tú te estás oyendo?!

No salía de mi asombro. Lucía, mi amiga Lucía de siempre, estaba contándome que, como su vida sexual con Nacho era una verdadera mierda, había llegado a la conclusión de que, meter a mi mujer en su cama, sería la solución a sus problemas de pareja.

-Lucía, ¿Y qué te contesto yo a eso? A mí no me importa que os la cameléis y hagáis con ella lo que os de la gana, es algo que no depende de mí. Si sois capaces y ella se apunta, toda vu...

Orgía en los baños árabes

Quiso la casualidad y la conjunción de una serie de factores favorables que, de una deseada visita de relax a unos baños árabes, se pasara a vivir la unica fantasía que, Susana, sería capaz de convertir en realidad: Poder mirar a otros mientras folla...

Después de posponerlo en varias ocasiones, Susana y Dani por fin estaban en los baños árabes. Ella le había pedido muchas veces que la llevara pero siempre surgía un plan inapelable de última hora que daba al traste con su deseo de pasar una tarde en un lugar como aquel.

En un céntrico y viejo edificio del casco histórico habían abierto recientemente los baños árabes. Dividido en tres plantas, baja, sótanos y primero, en la planta baja se encontraba el recibidor y los vestuarios, en la primera una  te...

La divorciada, su inquilina y Groucho

Tras dos meses de convivencia sexual, una tarde cualquiera termina por sumarse un hombre a los polvos entre Natalia e Irene.

Irene había revolucionado mi vida. Desde que nos liamos en el salón por primera vez aquella tarde, Nacho había salido de mi memoria para no volver a aparecer hasta el día en el que me di cuenta de que lo había superado. Nos habíamos convertido en dos solteras libertinas que compartían piso y que, con frecuencia pero sin ataduras, se acostaban juntas.

Habían pasado ya dos meses de aquello y manteníamos las mismas costumbres que la tarde en que empezó todo. Andábamos desnudas por casa compartiendo droga...

El lío bollo de la divorciada y su inquilina

De cómo una situación que, aparentemente, es de lo más normal entre compañeras de piso termina siendo un polvo en el salón.

Hace tres días que tengo nueva compañera de piso. Después de separarme de Nacho, el ingrato de mi ex marido, me vi en la necesidad de alquilar un dormitorio de mi casa para poder llegar a fin de mes e Irene ha sido mi salvación. Es una muchacha de Zurgena que está estudiando aquí, en Almería, y que se puede permitir pagar los doscientos euros mensuales que pedía por la habitación.

Tiene pinta de ser buena niña. En estos tres días ya ha tenido detalles que me hacen confiar en ella. Es prudente, educada...

Follábamos poco (III) - Marta

Marta, la amiga de Merche, también se cuela por medio de la historia...

La crisis terminó por pasarle factura al negocio que, junto con mi amiga Merche, teníamos de artesanía y, un mes antes de que decidiéramos cerrar el local, yo tuve que buscarme una fuente de ingresos extraordinarios para poder llegar a fin de mes. Y, como era una medida desesperada, lo encontré por el camino más fácil, vendiendo mi sexo por internet.

Me di de alta en una comunidad de webcams amateurs en la que, por medio de un sistema de monedas, se establecía un baremo para generar ingresos. El siste...