Jugando con fuego, me incineré vivo
Un joven de 30 años heterosexual se hace pasar por gay. Lo que no sospechaba es que su inofensivo jueguito le iba a saltar encima como un fuego relámpago dispuesto a quemarlo todo.
Mi vida sexual hasta el momento había sido 100% hetero. Sólo me había acostado con mujeres. Pero en mi intimidad había tenido experiencias cercanas a la homosexualidad: me había masturbado pensando en que me hacían el orto, imaginado cómo le chuparía la verga un hombre e incluso me había calentado frotándome los pezones como si fuese una mujer. A nivel físico lo máximo había sido meterme dos dedos en el culo, lubricados con crema enjuague. Y además, sacarle la flor a la ducha y ponerme en cuatro patas para...