Consultora sexual
Una licenciada licenciosa que hace su trabajo concienzudamente.
Cumplidos los treinta, decidí sentar cabeza. Me dedico a lo que más me gusta y mejor hago, consejera sexual. Es increíble la cantidad de gente con problemas en ese rubro. No tengo título habilitante pero sí una gran experiencia adquirida desde que, a los quince años, perdí la virtud.
El negocio anda bien. La mayoría de los clientes son mujeres. Los tipos, casi siempre, vienen con otras intenciones y sólo atiendo a los que me gustan.
Ese día, hace casi un año, era de los tranquilos. Aburrida...