Paris, más allá del límite (y 4)
Alberto lleva a Teresa a una velada sadomasoquista. Vivirá allí unas experiencias que cambiarán su vida para siempre...
riing riing riing
-¿Dígame? ¿Quién? Ah, Pierre. ¡Qué alegría! Sí, mucho tiempo ya, demasiado. ¿Cómo? A ver, cuéntame
Pasaban pocos minutos de las once de la noche. Teresa y yo habíamos salido del hotel y andábamos erráticos, cual vagabundo de la vida, por la noche de Paris cuando sonó el teléfono. Era Pierre, un amigo de hace años, crítico literario de profesión y mecenas parisino de las artes y de las, veladas sadomasoquistas. Me invitaba a una cena "temática" en su casa. Al principio m...