En la guarida
A veces dos cazadores carnívoros se encuentran,cuando eso sucede nada es un juego, solo es instinto.
Te pertenezco tanto como tú me perteneces a mí… nada somos, solo dos almas que coincidieron en el momento menos oportuno, en el lugar menos indicado, a la sombra de un callejón obscuro detrás de todo el bullicio, yo contra pared enterrando mis uñas en el ladrillo descubierto y viejo, tú en tu auto, podía sentir tu penetrante mirada mientras mi sexo casual me rosaba entre las piernas, escurrían mis fluidos hasta las rodillas, pero no era él, eras tú y tu mirada penetrante, si tu mirada pudiera atravesarme en...