Paula – no tengo prisa

Se acerco de nuevo y me volvió a besar,  rodeando mi cara con sus manos. Ya no era un beso de reconocimiento, era un beso sensual, sexual, pasional, cargado de sentimiento. Su boca era el paraíso y yo me quería perder en el.  Sin despegar mi boca de la suya me agarró de la cintura y haciendo su asiento hacia atrás me subió encima de manera que tenía total libertad con sus manos sobre mi cuerpo.  Seguía besándome tan profundo que me creía en el cielo,  mi cabeza, en ese momento,...

Lucia – Si, yo, esperabas a alguien más?

Y qué? Que se supone que debo hacer? Me quedé helada al verla, se me acercó y me dio un beso, no en la mejilla, no, en la boca…

Yo – que haces?

Lucia – darte un beso, puedo? – y se acercó a darme otro, más largo pero no menos sutil que el primero

Yo – Que qué haces te digo?! – La aparte y me levanté del taburete – que derecho tienes a besarme?

Lucia – te recuerdo que tenemos algo pendiente – dijo acercándose a mí.

Yo – Lucia, lo si...

Hacia 3 noches que llegó Paula  y la voz se corrió como la pólvora, tuvimos completo todo! A este paso tendré que contratar a otro camarero! Pero ese no era ni mucho menos el problema

2º Día

Entré a la cocina a pasar una comanda, me acerqué a la mesa, la pinché y cuando me di la vuelta ahí estaba Paula mirándome, demasiado cerca para ser coincidencia, demasiado cerca para no ponerme nerviosa, demasiado cerca para estar imaginándome las cosas….zafé como pude y salí de la cocina como alma que llev...

“ Bienaventurados. Bienaventurados. Bienaventurados, los que miran sólo la verdad, de unos ojos que sólo con mirarte, te llenarán, de libertad y…..”

Sin abrir los ojos palpó la cama en busca de su móvil, la pantalla anunciaba que era Marina.

Yo – Es día 1, tu es que no duermes?

Marina – Buenos días! O más bien buenas tardes….te recuerdo que quedaste conmigo hoy en lo de Espe, estás en tu casa?

Yo – Si,  (con lo a gusto que estoy yo aquí, que coñazo!!!) qué hora es?

Marina –...

La música sonaba, todos los cuerpos al unísono se movían, extasiados por ser la última noche del año, por el alcohol, el ambiente estaba cargado de una energía sensual que a nadie le era indiferente, mas miradas furtivas que de costumbre, bromas mostrando la llave del coche –cuando quieras! Le dije y ella solo me guiño un ojo riendo.

Fui a por una copa, el camarero, puro musculo,  me puso mi brugal cola y mientras bebía noté como se pegaba a mi espalda, no me hacía falta adivinar quién era, riendo me...