Quiero

Prosa poética erótica.

Quiero

Quiero besarte el lóbulo de una de tus orejas, mordértelo con la misma blandura que la arcilla húmeda. Abarcar en tu cintura, besar ese tatuaje que tienes, rozar mis labios con los tuyos, mis piernas con las tuyas, juntar mi pecho con tus pechos frondosos –aplastándolos a mi torso–. Juntar mi vientre con el tuyo, mis muslos con tus muslos, rozar mis brazos con tu espalda, que está queriendo huir de los escalofríos y no lo puede hacer sin ayuda. Besarte las rodillas. Ir por tu cuello y bajar len...

Pulsaciones

Poesía erótica.

Pulsaciones

Al mismo tiempo,

que las pulsaciones disparadas de nuestros corazones

están intentando

derrumbar las paredes de nuestros pechos,

quiero ir allí,

donde está la perla

de tu deseo sexual.

Allí donde está el pistilo

de tu placer sexual.

Tocar esa llave

y riendo orgulloso.

Que no quiera tener ningún motivo

para irse a descansar temprano hoy,

beneficiando paulatinamente mis intenciones.

*Después...

A tu amiga íntima

Poesía erótica.

A tu amiga íntima

A tu amiga íntima me la quiero comer,

pero comérmela bien,

que sólo con ella

me puedo dar por satisfecho ahora,

aprovechando que se despertó

de su letargo,

sintiéndome como un famélico infante

que está comiendo su papilla.

La quiero dejar más verde,

más soleada

y más enflorecida

de lo que la pusiste

en su estado de ánimo,

magníficamente primaveral.

Quiero dejártela

*con la mism...

Formal e informal

Poesía erótica.

Formal e informal

La tuya

es una desnudez imponente

que invita al éxtasis.

Éxtasis incontenible

que traspasa cualquier vestimenta

formal e informal.

La tuya

es una desnudez solemne

que invita a la fascinación.

Fascinación incontenible

que perfora alegóricamente

cualquier atuendo

formal e informal.

La tuya

es una desnudez majestuosa

que invita al embelesamiento.

*Embelesamiento incontenibl...

Noches escarchadas, y otros títulos

Prosa poética erótica.

Noches escarchadas

Amo esas noches escarchadas –en las que, por obvias razones, estás enteramente vestida– en donde te pones a bailar o a moverte como una total desprejuiciada en la habitación, y el aroma de la sensualidad –de tu sensualidad– se convierte en algo casi tan omnipresente como el nitrógeno. A esas noches les tengo casi el mismo amor que siento por la mejor música, el mejor cine y el mejor teatro. Me enloquece cuando juntas y aprietas tus glúteos con mis partes bajas, como si de la nada se...

Estruendos, promesas y melancolía

Prosa poética erótica.

Estruendos

¿Te gustan las cosas ricas? A mí me fascinan y me seducen, empezando por ti, aunque mis piernas estén temblando por el agotamiento. Aunque mis piernas estén visiblemente temblorosas por la extenuación, aunque estén vibrando por la fatiga, debilitadas por la lasitud, no quiero parar. No quiero detenerme. Quiero que agitemos la cama hasta que se escuchen estruendos, aunque nos estén oyendo las paredes, nos esté oyendo la puerta, nos esté oyendo la ventana, nos estén oyendo las cortinas, n...

Sueño erótico

Prosa poética erótica.

Sueño erótico

A veces cuando duermo, y cuando estoy igual de vestido que una hoja de papel en blanco, sueño contigo. En tales sueños estoy tocando con un dedo el borde de tus labios más ocultos. Voy dibujándolos y pintándolos como si salieran de mi mano. Esos labios ocultos que mi mano derecha elige, que te los dibuja y les da todo el color en tu entrepierna. Unos labios que llegan a coincidir exactamente con los labios que se humedecen en agua bella por debajo de los que mi mano te dibuja y te colore...

Arranque pasional

Prosa poética erótica.

Arranque pasional

“Arranque pasional, lleno de irracionalidad”, escribiría una escritora de cuentos con pretensiones de poeta sobre nosotros si estuviera aquí, en su trabajo más largo. “Sus pieles se rozaban, y sus sentidos –despegados de toda endeblez– se iban turbando nuevamente, atenaceados y llevados por la pasión. Hay ternuras vocales, agua que se ve y agua que se escucha, espuma que se ve y espuma que se escucha. Lenguas comprometidas con sus respectivos deberes, agitaciones manuales se ven...

Dulzura, veneración y libertad

Prosa poética erótica.

Dulzura

*Estrecharme a tu dulzura sin desprenderme de ella durante un buen lapso, y después dormirme una siesta –antes de que vuelva a tragarme el anonimato de la ciudad–, es para mí mejor que agarrar a todos los semáforos en verde en mi camino, mejor que comerse una buena ensalada, mejor que levantarme unos minutos antes de que suene la alarma del despertador, mejor que disfrutar de una buena parodia, mejor que ducharme sin premuras, mejor que escuchar a los pájaros cantar por las mañanas y sintie...

Me gusta

Prosa poética erótica.

Me gusta

Me gusta cuando te mueves, cuando haces esos bailes improvisados con una libertad y un ritmo que encandilan. Cuando te recoges el cabello de la oreja o de la cara interminables veces, y más cuando lo hago yo. Cuando te lo atas y te lo desatas, cuando golpeas al aire con él al hacer un movimiento rápido con tu cabeza. Cuando te rascas donde te pica, y más cuando te rasco yo. Cuando cantas, balbuceas o tarareas la letra de una canción que te atrapa los oídos. Cuando meneas la cabeza por una...