Esas cosas del amor, tan singulares

Es algo muy profundo, siéntanlo.

Como fruta cuyo gajo se desprende, mi corazón se desplomó. Terso fulgor a pétalos dorados, me poseyó su encanto femenil. Clon de no sé que flor deslumbrante adornó mi camino, dulcemente. Pueril mujer, de vestidito corto, tu seducción me subyugó. Tú percataste el rubor de mi mirada codiciando tu cariz, sin pudor. Más de una vez los ángeles traviesos pillaron lujuria en mis pensamientos. Lobo feroz -de dóciles rebaños- mofado por candores maliciosos. Esas cosas del amor tan singulares, que la v...

Por última vez seremos nuestros...

"Una vez más seremos nuestros, completamente nuestros, antes que el primer lucero cierre el telón para siempre. Te acunaré en mis brazos. Haré que selles tus párpados. y nuevamente juntos, poro a poro, hueso a hueso nos sorprenderá la aurora en lo más alto del cosmos"... si agrada la estrofa, les invito a leer.

Una vez más seremos nuestros, completamente nuestros, antes que el primer lucero cierre el telón para siempre. Te acunaré en mis brazos. Haré que selles tus párpados. y nuevamente juntos, poro a poro, hueso a hueso nos sorprenderá la aurora en lo más alto del cosmos. ¡Una vez más seré tuyo!. ¡Una vez más serás mia!. Volverá a sonar el vals como en las viejas épocas, ritmo, compaces, flirteos... entonces, ¡pasión famélica! Haré que selles tus párpados; ¡fruirás de placer!. y no querrás desp...

Tú me preguntaste...

Extasiado por la pasión, me salieron estos versos. Espero que les guste.

Tú me preguntaste con pícara candidez:

-¿Qué te provoca al palparme?

En tanto mis palmas trepaban tus cimas,

mi absorta mirada meloseó tu cuerpo.

Sin responderte, pregunté yo:

-¿Qué sabrá más dulce: la miel... o tus labios?

...Y tú me replicaste con un beso......

Sabor a ti

Un poema educado pero picante, leanlo.

Por otear tus pequeños ojos risueños,

me dejé arrobar por tu feminal carisma.

Invoco aquella noche

-mágica velada en mis ensueños-

cuando tú y yo, con nuestros cuerpos imanados,

patinábamos descalzos sobre la arena húmeda

al compás de la suave melodía de tu voz.

Tú interpretabas un soneto de Shakespeare,

y mis oidos se melaban con la miel de tus palabras.

Entre verso y verso pausabas tu canora cantata

para estregar tus labios sobre los míos.

...